Por Cindy Palencia

Los días ya no duran 24 horas según la NASA

Según la NASA, un día en la Tierra realmente dura 23 horas y 56 minutos debido a la órbita elíptica del planeta, aunque este tiempo puede variar.

La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) ha aclarado que un día terrestre no tiene exactamente 24 horas, sino 23 horas y 56 minutos. Esta diferencia se debe a la órbita elíptica de la Tierra, que no forma un círculo perfecto. Según la NASA, aunque en la Tierra medimos el tiempo según un día solar de 24 horas, la duración real de la rotación de la Tierra puede ser ligeramente mayor o menor, dependiendo de las condiciones espaciales, lo que provoca pequeñas variaciones en la medición precisa de la duración del día.

El planeta experimenta la alternancia de días y noches gracias a su rotación sobre un eje imaginario que conecta los polos geográficos. Esta rotación ocurre a una velocidad aproximada de 1,700 kilómetros por hora, lo cual no es perceptible para los seres humanos debido a que nos movemos a la misma velocidad. La rotación es lo que genera el ciclo de día y noche, y su continuidad ha sido esencial para la vida en la Tierra.

A lo largo de los años, la duración del día ha variado levemente. Según los expertos de la NASA, hace unos 2.000 millones de años, la atmósfera de la Tierra era más cálida, lo que generaba protuberancias atmosféricas más grandes. Además, la resonancia natural de la atmósfera, es decir, la frecuencia con la que las ondas se mueven a través de ella, coincidía con la duración del día, lo que también influyó en la alteración de su longitud. Con el paso del tiempo, la velocidad de rotación de la Tierra ha disminuido lentamente, afectando la duración exacta de cada jornada.

Este fenómeno de variación en el tiempo y la rotación de la Tierra sigue siendo un área de investigación constante para los científicos, ya que no solo ayuda a comprender la dinámica de nuestro planeta, sino que también permite mejorar la precisión en la medición del tiempo y la navegación.