En una entrevista con Isabel Lascurain, Daniel Sosa revela la dura niñez que vivió, marcada por el abandono de su madre y el rechazo de su padre.
En esa entrevista el standupero mexicano Daniel Sosa compartió momentos desgarradores de su vida, incluyendo el abandono de su madre, quien lo dejó al cuidado de su padre tras una serie de conflictos familiares.
El comediante de 28 años, Daniel Sosa, relató con profunda reflexión que la separación de sus padres, cuando aún era un niño, le resultó extraña, especialmente porque se habían mudado a la casa de su abuela materna.
Aún hoy le causa asombro que su madre haya decidido abandonarlo en ese hogar familiar.
Daniel Sosa revela su dolorosa historia: Así vivió el abandono de su madre
Daniel recordó que, tras la partida de su madre, al principio recibía constantes llamadas de ella, pero con el tiempo esas comunicaciones se fueron extinguiendo.
Llegó un punto en que, en su hogar, ya nadie mencionaba su nombre: 'Era un tema que ya no se tocaba, simplemente se olvidó', aseguró.
Sosa nunca supo los motivos detrás de esa decisión.
El comediante, visiblemente afectado por el vacío emocional de ese momento, explicó que, pese a vivir bajo el mismo techo, no obtuvo respuestas sobre lo que realmente había sucedido ni las razones de su madre para irse.
“Cuando se fue mi mamá tenía como 7 años, yo crecí con mi papá, toda mi primaria y secundaria crecí sin mamá. Yo no sabía por qué se había ido. Nadie se sentó a decirme por qué. De repente –preguntaba- ‘y ¿Mi mamá?’, mi abuela decía ‘no es que anda en...’ entonces yo decía, ‘bueno, no me están diciendo, entonces no voy a preguntar’, compartió con Isabel Lascurain.
Confrontación con su madre por abandonarlo
Daniel Sosa recordó el reencuentro con su madre durante un Año Nuevo, acudió a la casa de su abuela, donde se encontró con una mujer acompañada de su familia, quien, sorprendida, le preguntó si la recordaba. Era su madre.
"Volteó y ahí estaba, con un niño y otro hombre", relató el comediante profundamente traicionado.
No fue fácil para él, pero con el tiempo, logró perdonarla. Hoy, Daniel reconoce que las experiencias difíciles de su vida, incluida esta, lo han formado y contribuido a ser la persona que es hoy.