El investigador y catedrático de la Facultad de Medicina de la UASLP, Andreu Comas García, alertó sobre el repunte de casos de sarampión a nivel mundial, con Europa, Estados Unidos y Canadá registrando los índices más altos en los últimos 25 años. Este incremento ha sido impulsado principalmente por la baja en las tasas de vacunación, que ha afectado a diversas regiones de forma diferente. En México, esta tendencia comenzó a notarse de manera paulatina desde 2015, exacerbada por la pandemia de COVID-19.
En particular, el brote en el estado de Chihuahua ha sido atribuido a la comunidad menonita, que, por razones religiosas, se niega a vacunarse. El científico destacó que, en otras partes del mundo, los movimientos antivacunas y políticas de salud restrictivas han jugado un papel clave en la disminución de la inmunización, lo que ha facilitado la propagación del virus.
Para contrarrestar este escenario, Comas García expresó que la reactivación de las Semanas Nacionales de Vacunación es una medida positiva, pues permitiría facilitar el acceso de la población a las vacunas. En México, el esquema de vacunación establece que los niños deben recibir dos dosis del sarampión a lo largo de su infancia, y se recomienda una dosis adicional para los trabajadores del sector salud entre los 20 y 39 años.
El sarampión, enfermedad altamente contagiosa, representa un grave riesgo para la salud pública, ya que puede contagiar a 14 o 16 personas por cada caso en comunidades sin inmunización. Las complicaciones graves incluyen neumonía, encefalitis y riesgos para mujeres embarazadas. Las autoridades sanitarias instan a la población a completar sus esquemas de vacunación y evitar la automedicación para prevenir estos riesgos.