El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para imponer un arancel del 25% a los automóviles importados, con excepción de los producidos en México y Canadá. Según el mandatario, esta medida busca cobrar a quienes han "abusado" de su país y fomentar la manufactura dentro de territorio estadounidense.
Desde la Casa Blanca, Trump detalló que el arancel comenzará con una base del 2.5% y aumentará progresivamente hasta alcanzar el 25%. Aseguró que esta estrategia generará ingresos de hasta un billón de dólares anuales y provocará el retorno de fábricas automotrices a Estados Unidos, poniendo como ejemplo la inversión de Honda en Indiana.
El magnate republicano también criticó la administración de Joe Biden por impulsar exclusivamente los autos eléctricos, argumentando que su política permitirá a los consumidores elegir entre opciones de gasolina, híbridas o eléctricas. Afirmó que las empresas con plantas en Estados Unidos están satisfechas con la decisión, mientras que aquellas que manufacturan en el extranjero deberán adaptarse o pagar los aranceles.
La orden ejecutiva especifica que las autopartes beneficiadas por el T-MEC estarán temporalmente exentas del impuesto, aunque se evaluará un esquema para gravar el contenido no estadounidense. La medida entrará en vigor el 3 de abril y podría modificar las dinámicas comerciales en el sector automotriz a nivel global.