El domingo 6 de abril, las autoridades colombianas confirmaron el fallecimiento de Sara Millerey González, una mujer trans de 32 años, quien fue víctima de un brutal ataque el pasado 4 de abril. En un video que circuló en redes sociales, se puede observar a Sara intentando aferrarse a unas ramas mientras luchaba por su vida, con ambos brazos y piernas fracturados. Sus agresores la golpearon severamente y la arrojaron a una quebrada en Bello, Antioquia, con la intención de matarla ahogada. Afortunadamente, fue descubierta por dos personas que grabaron el momento.

Aunque fue rescatada con vida, Sara no resistió los graves daños y murió el domingo en el Hospital La María en Medellín. Según las autoridades, las fracturas y los golpes fueron las causas principales de su deceso. La imagen de Sara, con su cuerpo quebrado pero aferrándose a la vida, ha recorrido las redes sociales, generando un rechazo generalizado por el acto de violencia y transfobia que sufrió.

El asesinato de Sara Millerey ha desatado una oleada de indignación a nivel nacional e internacional. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ordenó a la policía investigar a fondo el caso, mientras que en el Congreso, diversas figuras políticas han expresado su condena. Legisladores y colectivos sociales, como la Fundación Dos Latinas y la Asociación Casa cultural “el Chontaduro”, han exigido justicia para Sara, denunciando que este crimen es un reflejo de la violencia sistemática que enfrentan las personas trans. A través de redes sociales, miembros de la comunidad LGBTQI+ han alzado la voz pidiendo que los responsables sean castigados conforme a la ley, asegurando que este acto no quedará impune.