Ante la posibilidad de que Estados Unidos imponga un impuesto del 20.91% a las tarifas aduaneras para la exportación de tomate mexicano, el Gobierno del Estado de San Luis Potosí alista una serie de reuniones con productores locales para ofrecer respaldo y diseñar estrategias de contención.
San Luis Potosí es uno de los estados líderes en la producción nacional de tomate, con más de 306 mil toneladas anuales, lo que convierte a esta hortaliza en un pilar económico para miles de familias, especialmente en las regiones Centro, Altiplano y Media, donde se concentra gran parte de la actividad agrícola.
El secretario general de Gobierno, J. Guadalupe Torres Sánchez, informó que por instrucciones del gobernador Ricardo Gallardo Cardona, las dependencias estatales como la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) y la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Recursos Hidráulicos (Sedarh) ya trabajan en conjunto para brindar asesoría, acompañamiento y posibles soluciones ante el escenario internacional.
Aunque la medida comercial aún no es definitiva y podría aplicarse a partir de julio, las autoridades estatales buscan adelantarse con un plan de acción que permita minimizar los efectos económicos que tendría en los productores potosinos y en la economía regional.
Las reuniones programadas para la próxima semana permitirán recoger inquietudes directamente del sector agrícola y generar propuestas que serán presentadas a las autoridades federales, con el fin de defender los intereses de los exportadores locales y garantizar la continuidad de su actividad productiva.
Torres Sánchez aseguró que el gobierno estatal se mantendrá firme en su compromiso con el campo potosino, buscando alternativas que mantengan activa la cadena agroindustrial y protejan los empleos que dependen del cultivo y exportación de tomate.