Abundan los casos de violencia vicaria en San Luis Potosí, no en números claros, pero sí a voces de las madres que denuncian el arrebato de sus hijos. Recientemente, la desaparición de Ian Yael y también, la de Alana Sofía, resaltaron una vez más que estos no son casos aislados. Pero más allá de una dolorosa separación, la mamá de Ian, Karla Daniela Juárez, señaló que cuando el padre pone de por medio los problemas entre la pareja; los hijos e hijas, son utilizados como rehenes.
"Ian siempre estuvo con los dos, él necesita de su mamá, como de su papá. El daño no es para mí, sino para el niño que no está con su mamá", fue lo que declaró en una reciente protesta, a 25 días de no tener noticias de él; el pasado 16 de abril.
Aunque no es tipificada como agresión de género, la sustracción de menores sí está penada por ley. Y, desde la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la Ley General que los protege, reconoce el derecho de las Niñas, Niños y Adolescentes de convivir con ambos progenitores. Así como establece que en toda decisión donde se les involucre (como la guardia y custodia), se priorice su interés superior por encima de los individuales de sus tutores.
No obstante, ello es solo objeto en la utopía, la realidad es más compleja para muchas madres a quiénes sus casos no avanzan en los juzgados. En esa forma, la titular de la Comisión Segunda de Justicia, que es la encargada de resolver asuntos de legislación civil y familiar; Jessica Gabriela López Torres, presionó para que, este bache de la violencia vicaria ya se supere. No obstante, remarcó que es imprescindible redirigir la conversación hacia la protección de la infancia, no tanto, centralizado en un tema de género.
"Toda mi solidaridad y respeto con ellas, más que como legisladora y como abogada, te voy a hablar como madre. Creo que debemos dejar de ver las cosas como un derecho a la mujer, es un derecho de los menores... Creo que debe haber instrumentos en donde se garanticen los derechos de los niños", señaló.
Observó que en las iniciativas presentadas en cuanto a violencia vicaria en el Congreso del Estado, por cierto, hasta ahora congeladas; hacía falta atender el interés superior del menor. Esto, considerando los daños que se generan a su sano desarrollo.
Advirtió que, aunque nadie está exento, lo ideal es superar ese "bache" en el que han permanecido "trabadas" las legislaciones. Así, velar en el corto tiempo posible por respaldar que los niños, niñas y adolescentes tengan marcos de convivencia sanos y cercanía con ambos padres, independientemente de los problemas de adultos.