España vivió este lunes uno de los apagones masivos más prolongados de su historia reciente, con una interrupción total del suministro eléctrico que comenzó a las 12:30 horas y se extendió por casi nueve horas. Además de la electricidad, los sistemas de telefonía colapsaron y el suministro de agua se vio comprometido por la falta de potencia en las bombas. Madrid logró recuperar la energía cerca de las diez de la noche.

La empresa Red Eléctrica apuntó como posible causa una “fuerte oscilación de los flujos de potencia acompañada de una pérdida importante de generación”, provocando un grave desequilibrio entre generación y demanda. Sin embargo, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, aseguró que aún no hay hipótesis confirmada y que se investigarán todas las posibilidades, incluidos rumores de un ciberataque o un fenómeno atmosférico.

El apagón afectó también a países vecinos como Francia y Portugal, y sumió en el caos a las principales ciudades españolas, donde se suspendieron servicios de trenes y metros, y el tráfico colapsó ante la falta de semáforos. Voluntarios con chalecos amarillos ayudaron a dirigir la circulación para evitar accidentes.

A pesar del severo impacto en la vida diaria y la movilidad, hacia el final del día, la mayoría de las zonas afectadas comenzaron a recuperar la normalidad, mientras las autoridades prometieron esclarecer las causas de la histórica falla en el sistema.