Con un multitudinario desfile militar, homenajes a la historia y un fuerte mensaje de reconciliación, Vietnam conmemoró este miércoles medio siglo del fin de la guerra con Estados Unidos y la reunificación del país. La caída de Saigón, el 30 de abril de 1975, fue recordada en la antigua capital del sur —hoy Ciudad Ho Chi Minh— como el inicio de una nación moderna que apuesta por la paz, la prosperidad y la unidad.
“Todos los vietnamitas tienen derecho a buscar la felicidad y el amor en este país”, expresó To Lam, secretario general del Partido Comunista, durante su discurso. Recalcó el compromiso de su gobierno por cerrar heridas del pasado y seguir construyendo una nación desarrollada y pacífica.
Miles de personas acamparon desde la noche anterior para presenciar el desfile que recorrió la avenida principal hasta el Palacio de la Independencia, lugar simbólico donde un tanque norvietnamita irrumpió en 1975 marcando el fin del conflicto. Aviones y helicópteros sobrevolaron la ciudad, mientras tropas de China, Laos y Camboya marcharon junto al ejército vietnamita, como muestra de lazos históricos y solidaridad regional.
Este aniversario también coincidió con el 30 aniversario de las relaciones diplomáticas entre Vietnam y Estados Unidos. Sin embargo, la efeméride se vio empañada por señales de tensión: la administración de Donald Trump ha impuesto elevados aranceles, reducido ayuda humanitaria y debilitado la cooperación bilateral en la remediación de secuelas de guerra como el agente naranja y los explosivos sin detonar.
Analistas como Nguyen Khac Giang del ISEAS–Yusof Ishak de Singapur consideran que el acto puso énfasis en la reconciliación más que en la victoria militar, reflejando un cambio de enfoque del gobierno vietnamita ante el actual contexto geopolítico. No obstante, advierten que el legado del conflicto aún pesa en la manera en que el Partido Comunista legitima su poder y cohesiona al país.
“El enfoque económico de Washington podría debilitar el papel estratégico de países como Vietnam en Asia”, opinó Huong Le-Thu, del International Crisis Group. Mientras tanto, en las calles de Ciudad Ho Chi Minh, la población ondeaba banderas, celebraba con picnics y esperaba los espectáculos nocturnos de fuegos artificiales, en una jornada que buscó dejar atrás el dolor del pasado para abrazar un futuro compartido.
