El juez Michael Jesic tomó la decisión de reducir la condena de los hermanos Menéndez, quienes fueron sentenciados originalmente a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional. Ahora, con la nueva sentencia, podrán solicitar una audiencia para obtener la libertad condicional después de cumplir entre 50 años de prisión y cadena perpetua.
Durante la audiencia en Los Ángeles, California, Lyle Menéndez expresó su “profunda vergüenza” por el crimen cometido hace 35 años, reconociendo el daño causado a sus padres. Por su parte, Erik Menéndez asumió toda la responsabilidad del asesinato, confesando que disparó las cinco balas contra sus padres y luego regresó a recargar el arma.
Este fallo es el resultado de años de esfuerzos por parte de la familia Menéndez para obtener la liberación de los hermanos, quienes enfrentaron un caso mediático y controversial que captó la atención de Estados Unidos y el mundo entero. Ahora, con la posibilidad de solicitar su libertad provisional, se abre un nuevo capítulo en este caso que sigue siendo motivo de debate en la sociedad estadounidense.