En un lapso de solo cuatro días, Texas confirmó ocho nuevos casos de sarampión, lo que sigue a una serie de aumentos en el número de contagios en el estado. Este brote, que ha estado afectando a Texas durante casi cuatro meses, sigue siendo el más grande de los Estados Unidos, con el estado representando la mayoría de los casos del país.

El viernes, Estados Unidos superó los 1,000 casos confirmados de sarampión, y se han registrado brotes en varios estados, incluyendo Nuevo México, Oklahoma y Kansas. En el oeste de Texas, dos niños en edad escolar primaria no vacunados murieron debido a enfermedades relacionadas con el sarampión, mientras que un adulto no vacunado falleció en Nuevo México.

Además, otros estados como Indiana, Michigan, Ohio, y Tennessee también están lidiando con brotes activos, según el CDC. El sarampión, una enfermedad prevenible mediante vacunación, sigue propagándose en comunidades con bajas tasas de inmunización, lo que ha levantado preocupaciones sobre su expansión continua.