A poco más de dos semanas de las elecciones del 2 de junio, el clima de inseguridad electoral en Veracruz se agrava. El presidente estatal del PRI, Adolfo Ramírez Arana, denunció que los candidatos amenazados por la delincuencia organizada deben cubrir con recursos propios los gastos de alimentación y hospedaje de los elementos de seguridad que les asigna el estado, lo que ha generado que muchos aspirantes renuncien a la protección oficial o eviten denunciar por miedo y falta de recursos.
“Hoy la seguridad tiene un precio en Veracruz”, señaló Ramírez en conferencia de prensa. Detalló que el gobierno estatal solo asigna uno o dos elementos por candidato, y que estos llegan bajo la condición de que los partidos o los propios aspirantes paguen su manutención. “Eso no debiera ser, los veracruzanos tenemos derecho de vivir seguros, en paz”, añadió.
El líder del tricolor reveló que, aunque 10 candidatos priistas han solicitado protección oficial, su partido ha documentado más de 40 casos de amenazas a sus representantes. “Hay aspirantes a los que la delincuencia les ha dicho que paren sus campañas. Pero si no tienen dinero para pagar hospedaje y comida de los policías, no reciben apoyo”, denunció.
La situación ocurre en medio de un proceso electoral tenso en la entidad, donde ya se registraron dos asesinatos de candidatos y varios más han denunciado intentos de atentado, amenazas y actos de intimidación.
Por su parte, el Gobierno del Estado ha informado que ha brindado protección a alrededor de 70 candidatas y candidatos de distintos partidos, e insiste en que todo aquel que se sienta en riesgo debe denunciar por canales oficiales.
Los veracruzanos acudirán a las urnas el próximo 1 de junio para renovar los 212 ayuntamientos del estado, además de votar en las elecciones federales y locales. Las campañas concluyen oficialmente el 28 de mayo, pero para muchos aspirantes, la amenaza de violencia marca cada jornada.