La presidenta Claudia Sheinbaum dejó en claro que su gobierno no cederá a presiones presupuestales que amenacen el equilibrio financiero del país. En respuesta a las exigencias de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), señaló que atenderlas en su totalidad implicaría desviar recursos fundamentales destinados a pensiones, sueldos públicos y programas sociales.
Durante su conferencia matutina, la mandataria subrayó que el diálogo con el magisterio disidente continuará, pero dentro de los márgenes responsables del presupuesto nacional. Afirmó que no todos los maestros pertenecen al sistema federal y que muchas de las problemáticas planteadas corresponden a los gobiernos estatales, particularmente en temas relacionados con deudas al ISSSTE y otras obligaciones locales.
Sheinbaum fue enfática al decir que “no nos vamos a endeudar” y recalcó que cualquier acuerdo debe ser compatible con la capacidad financiera del país. Consideró que las protestas deben mantenerse en un marco pacífico y que, si bien existen recursos en la Federación, estos no pueden comprometerse de forma indiscriminada sin poner en riesgo otras prioridades nacionales.
La presidenta concluyó que su administración tiene como principio la responsabilidad fiscal, por lo que no comprometerá el futuro económico por presiones gremiales. “Estamos abiertos al diálogo, pero no a desequilibrar al país”, puntualizó.