Elon Musk, empresario tecnológico y figura clave en diversas iniciativas federales recientes, anunció su salida del Gobierno de Donald Trump al concluir su periodo como Empleado Gubernamental Especial. La decisión, según declaró en un mensaje publicado en su cuenta de X, responde a su desacuerdo con el nuevo megaproyecto fiscal impulsado por el mandatario estadounidense, el cual, afirmó, “socava” los principios de eficiencia que él promovía.
Musk agradeció la oportunidad de haber colaborado en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una instancia enfocada en recortar la burocracia y optimizar el uso de recursos públicos. Aunque se retira del cargo, señaló que la misión de dicha dependencia “se fortalecerá con el tiempo, a medida que se convierte en un modo de vida en todo el Gobierno”.
La ruptura con la administración republicana se produce en un momento de tensión política en Washington, donde el nuevo paquete presupuestario ha generado controversia incluso entre aliados cercanos. Musk había advertido recientemente su intención de dar un paso atrás en el entorno gubernamental para reenfocar su energía en el desarrollo tecnológico, particularmente en SpaceX.
El anuncio se dio apenas un día después de que la compañía aeroespacial realizara su noveno lanzamiento de prueba con rumbo a su objetivo más ambicioso: llevar a la humanidad a Marte. Con esta decisión, Musk reafirma su prioridad por los avances científicos y la expansión interplanetaria, tomando distancia del escenario político en el que colaboró durante los últimos meses.