Apenas había pasado el Día de Muertos en el año 2016, y el único humedal de León, en Guanajuato, ya había sido condenado a muerte por el entonces gobernador Miguel Márquez de la mano con el entonces alcalde Héctor Germán René López Santillana, al poner la primera piedra de un centro comercial y habitacional que no tenía ni el estudio de impacto ambiental.

Los panistas burlaron la ley para que a toda prisa el proyecto privado conocido como City Park, devenido a City Center, se elevara a un lado del Parque de los Cárcamos al norte de la ciudad de León, afectando definitivamente al humedal artificial que servía como regulador térmico a una ciudad que apenas hace una semana llegó a tener temperaturas de hasta 40 grados centígrados.

Hoy, a casi una década después del inicio de la hecatombe, el espejo de agua que recibía aves migratorias está casi seco, rodeado ahora de cemento , además, parte del parque público fue absorbido por el City Center, ya que ahora los ciudadanos no pueden rodear el humedal como solía ocurrir.

Personal de mantenimiento que labora en el Parque de los Cárcamos, del cual Excélsior protege su identidad para evitar poner en riesgo su trabajo, coincidieron en que se trata de un enorme caso 

Se requiere un programa integral de riego para que el parque sobreviva. Y el humedal puede sobrevivir si se limpia de maleza y se hace una inversión bajo un estudio serio, que bien podría costear el City Center. El problema es que la autoridad no tiene autoridad”, destacó uno de los jardineros, quien confirmó que el proyecto privado se quedó con una parte del parque, legal o ilegalmente, “pero a través de un camino oscuro”.

El activista ambientalista Gustavo Lozano Guerrero, representante de la asociación Acción Colectiva Socioambiental, abundó en que el humedal está a punto de morir pues más de 80% del agua ya no existe.

El humedal es todavía el hogar de diferentes tipos de aves, algunas migratorias. Alrededor del espejo de agua y de la maleza, habitan ardillas y pequeños reptiles.

Para la regidora morenista Vanessa Montes de Oca Mayagoitia, el daño que ocasionaron el exgobernador y ahora senador, y el exalcalde López Santillana, que ahora es el director del Puerto Interior de Guanajuato, debe ser atendido de inmediato, so pena de que León pierda otro espacio verde.

Este daño no puede quedarse en el señalamiento. Es tiempo de actuar con contundencia y responsabilidad”.

La edil propuso que el gobierno de León, apoyado en el gobierno estatal, recupere ese espacio público, poniendo a disposición personal técnico y operativo que vigile, monitoree y atienda permanentemente el parque. El embalse, dijo, debe de ser revisado y limpiado para garantizar su supervivencia.

Además, Vanessa Montes de Oca estipuló que el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (Sapal), órgano rector del líquido, no solamente ha descuidado el humedal, sino también el parque entero. Pero ante sus inacciones, Sapal luce inoperante.

Esperaría que Sapal, como organismo responsable del agua en la ciudad, participe activamente en la evaluación y mitigación de los impactos ambientales en el Parque Los Cárcamos, porque ya no lo hemos visto”.

Por si fuera poco, el Parque de los Cárcamos permanece seco, descuidado, cuando Sapal podría utilizar agua tratada para regar su zona forestal.

Excélsior buscó al presidente de Sapal, Ernesto de Haro, a través de su vocero, pero la respuesta fue omisa buscando sortear cualquier contacto con él.

Y es que Sapal sigue evitando exigir a la empresa privada las condicionantes que le impuso al conceder al proyecto 9.61 litros de agua por segundo al año, lo cual significa dejar sin agua a 163 colonias de la zona norte de León, a las que simplemente les corta el líquido surtiéndolo a través de tandeos.

El proyecto está rodeado de colonias en tandeo, pero la colonia del proyecto no está tandeada. Es bien interesante ir observando cómo (Sapal) en la toma de decisiones protege al proyecto, descobijando los intereses del resto de habitantes de León. En esencia le está regalando un agua a la que no tenía derecho porque el fideicomiso que construyó el City Center no le cumplió a la ciudad. El día de hoy, la ciudad es más pobre en agua, en virtud del proyecto City Center”, remató el activista Gustavo Lozano.