Aunque los ordenadores cuánticos más avanzados apenas alcanzan poco más de mil cúbits, científicos de IonQ y la startup alemana Kipu Quantum han logrado un avance significativo: simular el plegamiento de proteínas con hasta 12 aminoácidos utilizando un procesador de 36 cúbits basado en trampas de iones. Este paso representa una señal alentadora en el uso de la computación cuántica para abordar problemas complejos en salud, como el estudio de enfermedades neurodegenerativas.
El experimento empleó un novedoso método de optimización cuántica diseñado para encontrar la forma más estable del plegamiento proteico, un proceso clave en el desarrollo del Alzheimer y el Parkinson. A diferencia de otros enfoques, la arquitectura de trampas de iones enfriadas y controladas con láseres permitió manejar con precisión el estado cuántico de cada cúbit, aumentando la fidelidad del cálculo frente al ruido computacional.
Pese a la relevancia de este avance, los especialistas coinciden en que todavía queda un largo camino por recorrer. Los modelos de plegamiento de proteínas actuales deben refinarse para representar mejor la realidad biológica, y los algoritmos clásicos que procesan los datos generados por los ordenadores cuánticos también requieren mejoras para aumentar su precisión.
Con todo, este logro marca un hito esperanzador para la investigación médica. A medida que la tecnología cuántica supere los desafíos de escalabilidad y corrección de errores, será posible abordar problemas aún más complejos. En el futuro, con millones de cúbits operativos, estas herramientas podrían revolucionar por completo la comprensión de enfermedades que hoy siguen sin cura.