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El Mirador
Redacción

Nava fracasa en seguridad y se dedica a reprimir indígenas

El paisaje potosino sigue cubriéndose de sangre, jóvenes que se resisten a ser asaltados y son asesinados a mansalva, ejecuciones del crimen organizado todos los días, feminicidios, robos a casa habitación y riñas pandilleriles, lo que ha generado marchas ciudadanas para exigir seguridad y protección y tranquilidad para las familias.

Pero el alcalde Xavier Nava Palacios descalifica a quienes le exigen seguridad y minimiza el alto índice de violencia, con su arrogancia conocida le da la espalda a la ciudadanía.

Si cientos de potosinos protestan por la seguridad, los tacha de “gallardistas”, si comerciantes indígenas se rebelan ante la represión sistemática de los inspectores municipales, los vuelve a victimizar, los encarcela y les echa en cara que tienen intenciones políticas.

Nava tiene sus prioridades, los fines de semana abandona la ciudad para irse a recorrer la entidad para promoverse como aspirante a la gubernatura dado su bajo nivel de conocimiento, es un desconocido para la mayoría de la población, con el uso de recursos públicos se traslada con una comitiva de funcionarios para participar en reuniones “privadas” con priistas y panistas.

Cuestionado por los medios de los municipios que visita, recurre a la mentira, inventa que asiste a cumpleaños de grandes amigos cuando en esas reuniones se presenta como la mejor opción a la gubernatura porque será apoyado por el PRI y PAN para lograr vencer a Morena, se asume como necesario, único y capaz pese a que tiene a la capital potosina hecha un desastre y en el abandono progresivo.

En lugar de ponerse a trabajar y exigir a su comisario Oswaldo Jiménez Arcadia que combata a la delincuencia, el aparato municipal se utiliza para atacar a humildes vendedoras de flores en el Centro Histórico, se ensaña con los grupos más vulnerables, gente que se gana la vida de manera honrada es discriminada y reprimida.

Nava sigue acumulando recomendaciones de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y demandas de juicios políticos en el Congreso del Estado.

A las primeras las rechaza y se niega a acatarlas, no quiere reconocer que viola de manera sistemática los derechos de los pueblos originarios mazahua y mixteco, asentados en el municipio potosino desde hace tres décadas, dista mucho ser el gobierno humanista que prometió en campaña; tiene una marcada conducta racista a todo lo que represente a los indígenas.

En cuanto a los juicios políticos, hay suficientes elementos para que se instale la Comisión Juridisdiccional en el Congreso del Estado para que se resuelva si procede la inhabilitación y destitución del cargo de alcalde por violar los derechos humanos de los indígenas como de la ex oficial del Registro Civil, Teresa Carrizales, que fue desalojada de su oficina por la policía municipal sin un mandato legal que lo fundamentara.

Nava goza de impunidad, varios diputados del PAN y PRI lo protegen y obstaculizan el avance de los juicios políticos; pero se considera como su principal protector al gobernador priista Juan Manuel Carreras, quien ya se cansó de gobernar y le cede obras y acciones estatales para que las realice y se luzca como alcalde.

Nava quiere ser gobernador a cualquier precio e incluso con fraude, como lo hizo para ganar la alcaldía comprando votos, conciencias y reclutando traidores; al repartir obras y servicios simula licitaciones públicas y cobra moches lo mismo para otorgar licencias de construcción de grandes proyectos inmobiliarios con los que está financiando desde ahora su precampaña anticipada ante la pasividad de la autoridad electoral.

No parece darse cuenta que son miles de ciudadanos los que están en su contra, por gobernar con un tolete en la mano y con la otra saqueando los recursos municipales, aumentando el costo del agua y reprimiendo a los ambulantes de las organizaciones que no le rinden pleitesía, a cambio de su apoyo tolera la invasión de comerciantes de Antorcha, Pueblo Libre y CMAP en el Centro Histórico.