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Hablemos de los NFTs

Aquellos que utilizan en twitter para mantenerse al día en temas de noticias y negocios seguramente ya están familiarizados con el término NFT, mismo que ha desatado opiniones polarizadas que van desde el entusiasmo y las celebraciones hasta las burlas y memes. 

 

Vale la pena aclarar el significado del concepto de los Non Fungible Tokens, también conocidos como NFTs mismos que: son activos digitales que pueden representar elementos de distintos tipos, desde una ilustración digital hasta canciones, películas y gifs. La palabra clave en la definición de NFTs es que dichos elementos son “no fungibles”, lo cual significa que son únicos y no pueden ser reemplazados por otros.

 

Partiendo de un ejemplo práctico, una ilustración digital realizada por un artista y difundida en redes sociales, puede ser puesta a la venta, sin embargo, la posibilidad de que dicha imagen sea copiada y replicada por miles de usuarios que no pagaron un centavo por la ilustración no solo es una posibilidad, sino prácticamente un hecho. En muchas ocasiones, precisamente la dificultad de control en “el robo” de propiedad intelectual en internet es precisamente lo que dificulta la monetización del arte generado precisamente en el ámbito digital. 

 

Justo en el contexto actual es que muchos recurrieron a las organizaciones conocidas como “Blockchain” más en específico en la cripto moneda llamada “Etherum” misma que permite implementar códigos de validación en diversos tipos de archivos digitales como son imágenes, pdfs, códigos, etc. Es en esta posibilidad que los entusiastas en la tecnología vieron la posibilidad de imprimir dichos códigos para identificar las obras digitales con un certificado que constate su “autenticidad”. 

 

Con esta nueva posibilidad es que surgen los NFTs, ya que aunque una ilustración pudiera ser robada y duplicada miles de veces en internet, solamente la ilustración original mantendría su código de certificado de originalidad. Esto significa una esperanza para detonar una verdadera valuación de propiedad intelectual digital. 

 

Desafortunadamente las buenas intenciones terminan cuando la ambición desmedida de empresas y entusiastas de las cripto monedad vieron en los NFTs nuevas formas de explotar un mercado deseoso de invertir dinero en esquemas que podrían generar especulación financiera, misma que podría generar una nueva ola de modelos económicos “para hacerse rico rápido”. 

 

Es así como el ojo público conoció en su mayoría las NFTs como una forma nueva de vender productos a precios exorbitantes sin una explicación clara de sus alcances y limitaciones. 

 

Vimos a artistas de gran calibre como Mike Shinoda declarando que los NFTs podrían hacer cosas que, en realidad, no podrían hacer. Igualmente vimos a empresas como Steam cerrando la puerta a este tipo de productos mientras que otras como Ubisoft y Square Enix abiertas a las posibilidades de generar productos en este formato tan solo para recibir una lluvia de críticas y condenas por parte de sus propios usuarios. 

 

 

 

¿Y de donde viene todo este “hate” a los NFTs? 

 

En términos simples, el uso que se quiere dar por parte de muchos a los NFTs es generar una falsa sensación de “escases” para manipular a sus clientes en gastar miles de pesos en productos que realmente no representan ningún valor tangible ni exclusivo. Práctica que, si se trata de apoyar a un artista emergente o un pequeño negocio podría ser una forma positiva de generar ganancias, pero que en el caso de enormes corporaciones queda como una estrategia abusiva de generación de ganancias.

 

Y aún no hablamos del lavado de dinero, práctica que ha dominado también el mercado de NFTs ya que, en muchos países, el comercio con criptomonedas es sumamente difícil de rastrear y ha representado un dolor de cabeza para las instituciones fiscalizadoras, pero esa será historia para otro capítulo.