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¿Por qué nadie quiere trabajar en Amazon?

Todo gigante tecnológico empezó con una idea simple. En el caso de Amazon la idea fue vender libros por internet de una manera rápida y sencilla. El salto que ha hecho de sus primeros años por allá de 1994 a la fecha ha sido nada menos que sorprendente.

Actualmente la multinacional estadounidense registró en las 2021 ganancias superiores a los 380 billones de dólares y presumió una plantilla laboral de más de 1 millón 600 mil empleados, sin embargo, este último dato ha sido tema de discusión por expertos en los últimos años.

De acuerdo con el sitio tecnológico The Verge, Amazon pasa por una crisis de capital humano. Y es que, en promedio, por cada empleado que contrata cada mes, otra más renuncia, la mayoría perteneciendo a las enormes bodegas encargadas de hacer los envíos de la enorme cadena de clientes.

Para los que no están familiarizados con el proceso, Amazon ofrece un diferencial definitivo en los “envíos el mismo día” mismo que muchas otras empresas no pueden competir. La velocidad con la que se entregan productos (en muchos casos al día siguiente) gira en torno a la capacidad de la compañía por acumular productos en enormes bodegas, mismas que poseen su propio sistema de recolección y envío, ejecutada por miles de empleados que trabajan a contra reloj para cumplir las demandas más exigentes de tiempo vistas en cualquier otra empresa de su mismo giro.

De acuerdo con trabajadores entrevistados, trabajar en Amazon es una actividad sumamente exigente. Ya que, desde que inician su jornada hasta el final ellos no paran de caminar y correr contra reloj, algunos con aparatos de rastreo que les indican los sitios de las bodegas a los cuales deben caminar para recoger el paquete recién comprado, mismo que es turnado a otras personas encargadas de empaquetarlo, colocar las etiquetas de envío y mandarlo a otras personas que salen en camiones a los sistemas de envío encargados de hacer llegar el paquete a sus clientes.

Si hablamos de que diariamente Amazon vende cerca de 1.6 millones de paquetes en el mundo, la exigencia por contar con una precisión de tiempo al segundo llega a ser demasiada para muchos empleados. Algunos declararon a medios que sus tiempos para ir al baño o comer son simplemente insuficientes y muchas veces no pueden ser tomados por las cuotas de paquetes procesados que son requeridas en ellos.

De acuerdo con diversos estudios, un empleado de bodega de Amazon llega a caminar hasta 40 kilómetros diarios en sus ir y venir por los enormes pasillos llenos de productos. Además, durante sus largas jornadas de trabajo muchos admitieron no tomar descansos por miedo a ser despedidos de sus puestos por no cumplir las metas que la empresa necesita completar para mantener la promesa de “envío el mismo día” que su página web promete a los clientes.

¿Y que hace Jeff Bezos uno de los hombres más ricos para remediar esta crisis de recursos humanos? Para muchos, no hace lo suficiente.

Y es que, mientras el excéntrico billonario presume viajes al espacio y medidas ecológicas para reducir las emisiones de carbón de su empresa, la mayoría de sus trabajadores renuncia con un promedio de vida útil que se cuenta en un par de años máximo. De hecho, las condiciones deplorables se han popularizado tanto que la serie de sátira social “South Park” ya ha dedicado un episodio a los trabajadores de Amazon.

El problema de las renuncias de Amazon no es uno para tomarse a la ligera, porque si bien, cada día entra un nuevo trabajador para sustituir al que renunció, lo cierto es que la empresa se está quedando sin personas dispuestas a trabajar en sus filas. Porque al final de cuentas en cada sociedad sólo hay un número finito de personas.