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LA EVOLUCIÓN NATURAL

Parece que vivimos en un ciclo repetitivo cuando hablamos de streaming.

Hace poco más de 10 años Netflix llegaba a México con una oferta de cientos de películas y series al precio (en aquel tiempo) de 99 pesos al mes. Mucho se habló en aquella época sobre el impacto que tendría dicho servicio en un mercado aún dominado por la piratería.

Y es que, en el 2011, la piratería en México generaba pérdidas por más de 1,250 millones de dólares en sus distintos rubros, siendo el consumo de películas y series uno de sus mayores sectores “productivos”.

¡Y cómo cambiaron las cosas! Al cierre del 2021 Netflix reportó 210 millones de usuarios en total, de los cuales cerca de 9 millones son “de nuevo ingreso”, y que en total suman ganancias por 1,350 millones de dólares. Sin embargo, la empresa se enfrenta a retos y problemas preocupantes.

De entrada, Netflix ha pasado de competir en un mercado virtualmente “desierto” a una saturación considerable. Se podría decir que casi todas las grandes empresas de entretenimiento de televisión y cine están asociadas o poseen su propia plataforma de streaming.

Desde HBO, Disney, Paramount, Fox y las mismas ligas deportivas como la NBA, MLB entre otros. La competencia nunca había sido tan feroz.

De hecho, desde hace varios años Netflix apostó por generar contenidos propios con inversiones arriba de los cientos millones de dólares, creando un catálogo propio que rebasa por mucho su catálogo original con el que ofertaba su servicio en el país.

Otras empresas como Disney y HBO han focalizado su generación de contenidos también para el streaming, con películas y series exclusivas para sus plataformas, negando renovar sus derechos de retransmisión en otras plataformas como lo hicieron hace más de una década.

Para muchos analistas, el crecimiento natural de ofertas en streaming ha significado vivir una nueva “era dorada de la televisión” siendo que ahora cada empresa busca generar sus propios contenidos para marcar un diferencial frente a la competencia, dicha demanda de nuevas ideas ha significado el surgimiento de series y películas que, en el esquema pre era de streaming, quizá no hubieran tenido una oportunidad de salir del guion a las pantallas.

Sin embargo, también con la saturación del mercado han llegado nuevos problemas, tal es el caso de Netflix que no ha podido cumplir sus expectativas de crecimiento como las tenía proyectadas en los últimos años fiscales, igualmente le ha ocurrido a otras empresas recién llegadas al ruedo como Paramount, y es que los usuarios están simplemente saturados.

Por otra parte, también es importante analizar lo que ocurre con los usuarios, y es que, si bien hace diez años parecía un buen precio pagar 99 pesos al mes por un solo servicio de streaming, la gama de opciones y servicios disponibles es prácticamente imposible de cubrir con una sola cartera. Incluso el mismo netflix ya no oferta sus servicios en esos 99 pesos, siendo su tarifa actual más económica la de 139 pesos y elevándose a 266 pesos por el “plan Premium” que permite ver contenidos en calidad 4k.

Para muchos usuarios mexicanos la medida común para dividir gastos ha sido recurrir a los planes “familiares” que permiten compartir una misma cuenta con un número grande de usuarios, sin embargo, dichas estrategias han sido combatidas por las empresas limitando el número de dispositivos simultáneos que pueden estar viendo contenidos.

Dichas restricciones y choques con el usuario pareciera que solo conducen a un camino natural para muchos usuarios mexicanos y ese es, el regreso al consumo de piratería, tema que parecía habría quedado relegado hace varios años.

Y es así como vuelve a repetirse un ciclo.