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Legitimando tecnología

En el mundo de la tecnología es difícil encontrar verdadera innovación que no esté retomando ideas o diseñados de otras compañías. La realidad es que la construcción de nueva y más eficiente tecnología obedece al ejercicio de colocar bloques de construcción uno encima de otro, ayudándote con el trabajo de tus antecesores para encontrar nuevas soluciones o mejorando diseños en el camino.

En el caso de Apple, la primera empresa en llegar al valor de un trillón de dólares, su camino está plagado de acusaciones de plagio o simple “robo de ideas” pero lo cierto es que, en muchos pasos, sus decisiones de diseño e implementación de tecnología han cambiado sustancialmente el panorama para todas las empresas que compiten con ellos.

Desde el surgimiento del iPhone que hacía uso de pantallas táctiles capacitivas multi puntos y un diseño alejado del plástico genérico que predominaba en el mercado en aquella época, la estrategia de la empresa de Cupertino ha sido la de “refinar” más allá de “innovar” en los mercados.

En algunos casos sus productos llegaron con pequeños cambios, pero sustanciales, que cambiaron todo. Antes del Apple Watch el mercado de wearables ya contaba con productos diseñados por Samsung, Garmin, LG y el padre de la mayoría Pebble. Sin embargo, cuando Apple arribó, pareciera que el mercado creció exponencialmente con una tecnología que era esencialmente la misma que la de sus antecesores, pero que, de alguna manera, Apple legitimaba integrándola a su ecosistema de dispositivos.

Y esa es la palabra clave para entender el valor de la legitimidad sobre la innovación, ya que muchas empresas pueden lanzar productos nuevos y revolucionarios, pero si no cuentan con la infraestructura de mercadotecnia y distribución de las grandes empresas, muchas veces se mantendrán en un mercado de nicho con pocas esperanzas de crecer.

Recuerdo hace 5 años cuando se comenzaba a hablar de los smartphones de pantalla flexible que podían enrollarse como un periódico o cerrarse por el medio como un periódico. La tecnología no fue más que una curiosidad en los pisos de las expos de productos y no fue hasta que Motorola y Samsung comenzaron a experimentar con dichas pantallas que muchos en el mercado comenzaron a tomarlas en serio. Y, aun así, muchos aún esperan que Apple haga su movimiento.

En otros casos como en las redes sociales también vemos un juego de copiar y pegar las ideas que nuevos startups tienen, para muchos Snapchat fue una moda de tan solo un par de años que recibió un golpe fuerte en su audiencia cuando Instagram comenzó a copiar la idea de filtros, ahora Snap sobrevive con mercados mayormente compuestos por adolescentes.

En otras situaciones, como el arribo de TikTok supone un cambio de paradigma que hizo que redes como Twitter intentarán implementar la opción de mostrar videos cortos a pesar de que su audiencia no consume dicho tipo de contenidos históricamente.

Es cierto que la innovación aún existe y es por demás impredecible, sin embargo, la difícil realidad que muchas empresas deben confrontar en la actualidad es que, en muchos casos, los grandes pasos que dan los genios, en la tecnología, solo sirven para ofrecer la posibilidad de crear una empresa que pueda ser comprada en millones por los mismos gigantes de siempre.