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Problemas de algoritmo

La semana pasada hacía algunas anotaciones sobre el potencial de crecimiento que tiene Pinterest en relación con su cambio de CEO y la visión de convertir a esta red social como un verdadero “aparador gigante” donde sus decenas de miles de usuarios pudieran conectarse a comerciantes directamente desde la red social.

En la columna pasada mencionaba como el algoritmo de Pinterest es una de las claves de su éxito y un diferencial que ha mantenido su prevalencia en los usuarios (especialmente mujeres y artistas) frente a rivales similares.

 

¿Y cómo se diseña un buen algoritmo?

 

Más allá de términos de programación o lenguaje sobre inteligencia artificial y de aprendizaje de navegación, lo cierto es que para muchos el algoritmo es una de esas tantas cosas que, cuando funcionan bien, no pensamos en ellas, y cuando hacen un mal trabajo son lo primero en lo que pensamos.

En redes existen plataformas que pareciera se niegan a cambiar la forma en que recomiendan artículos y la frecuencia con la que lo hacen, por ejemplo, Amazon siendo la página de comercio electrónico más grande a nivel global pareciera no ser la mejor para mostrar y recomendar productos más allá de lo que sus clientes específicamente estén buscando. Por una parte, esto podría ser algo positivo siendo que las personas cuando abren Amazon van directo a buscar el producto que desean adquirir, ¿Pero qué hay de aquellos que solo quieren curiosear sin una idea clara en mente?

Muchas veces los sitios de compra y venta como el antes mencionado Amazon, Mercadolibre e Ebay se muestran extremadamente limitados en la forma en que presentan productos novedosos o poco populares, pero con potencial de convencer a los compradores y ser útiles.

En YouTube hemos visto como se ha gestado un mercado enorme de “recomendaciones” por influencers que van desde los que muestran gadgets que facilitan algún aspecto de nuestra vida hasta las personalidades del momento que presumen lo que “no puede faltar” cuando salen de viaje, desde sus maletas, mochilas hasta libretas, accesorios, consolas de videojuegos y un sinfín de artículos más.

La pregunta es ¿Y por qué los sitios de e-commerce no hacen lo propio desde sus sitios? Muchas veces las interfaces minimalistas y los algoritmos sencillos son insuficientes para generar descubrimientos nuevos que puedan capitalizar compras que, en otras ocasiones, los usuarios nunca harían porque simplemente “no sabían que lo querían”.

De hecho, se podría decir que ahí radica el éxito de tiendas físicas como Costco y Miniso, cadenas multinacionales que aún apuestan por “la experiencia de descubrir” nuevos artículos y que mantienen a sus compradores acudiendo a sus tiendas con la expectativa de encontrar nuevas cosas.

Es cierto que, para cómo va Amazon no tienen ninguna necesidad de buscar mayor crecimiento en sus ventas que ya se cuentan por los billones, pero también es cierto que en el mundo de la tecnología ignorar una simple necesidad por apatía puede desembocar en pérdidas millonarias cuando otra empresa decide aprovechar lo que la competencia no hace.