A pesar de que en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), se han presentado inconvenientes como tripulaciones no certificadas y condiciones climatológicas que han generado incapacidad para aterrizar en él, Isidoro Pastor Román, director de AIFA S.A. de C.V., declaró ya estar enterado de las críticas generadas hacia la mecánica de aterrizaje dentro del aeropuerto, y explicó que la incapacidad instrumental en aviones así como la falta de certificación de sus tripulaciones en sistemas de aterrizaje instrumental (ILS, por sus siglas en inglés), son algunas de las causas.
Aunque el aeropuerto Felipe Ángeles cuenta con instrumentos necesarios, cuando hay neblina, algunas aeronaves se van a aeropuertos alternos, ya que estas deben tener desarrollos tecnológicos para que sean compatibles con sistemas de ayuda de navegación y también las tripulaciones tienen que estar certificadas, indicó el mando militar.
Desde los primeros meses de operaciones del AIFA se registraron demoras, al igual que en octubre; donde existieron algunos retrasos en despegues y aterrizajes debido a la neblina, provocando que aerolíneas como Aeroméxico y VivaAerobus tuvieran que suspender temporalmente aterrizajes y despegues de sus aeronaves.
Estas afectaciones podían preverse incluso desde antes de su inauguración, debido a factores muy comunes en algunos espacios del complejo aéreo, como las neblinas o tolvaneras.
El general, Isidoro Pastor Román, sostuvo su punto para una solución a estas, declarando que es necesario la sinergia entre autoridades, aerolíneas y tripulaciones para que se pueda lograr que la nueva terminal aérea saque provecho a todos sus sistemas tecnológicos.
De igual manera, las determinantes que afectan el aeropuerto, no serán obstáculo para que aviones y tripulación certificada bajo este estándar puedan aterrizar en las pistas de la nueva terminal aérea, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), el cual se encamina a ser uno de los primeros de América Latina en contar con una de las certificaciones más altas, la III-B, de ser así, podrá guiar descensos en distancias menores a los 15 metros y un alcance visual menor a los 183 metros, pero no inferior a los 50 metros.
Lo planeado es que en el segundo trimestre de 2023, se realice la verificación de procedimientos, así como su publicación y en el último tramo del año, se proceda a la certificación y para ser puesta en operación.
Esta es una certificación en la categoría aérea para aterrizajes y despegues con muy poca visibilidad gracias al Sistema Instrumental de Aterrizaje (ILS, por sus siglas en inglés).
Sobre esto, Anuar Aude, director de operaciones del AIFA, declaró: “Es una innovación tecnológica en el país y por las capacidades que tiene, y no omito mencionar, las aerolíneas tienen un gran trabajo que hacer, pues sus propias tripulaciones y sus propias aeronaves deben contar con una certificación para poder emplear y en beneficio de los pasajeros esta tecnología, que es la más avanzada en el país y que llevarán a este aeropuerto y al país al siguiente nivel en aviación”.
Actualmente, se opera en el AIFA bajo la categoría I, la medición estándar, al igual que en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), pero el AIFA cuenta ya con la instalación de los equipos necesarios para la categoría I II-B.
