Por Danny Hernández, el sueño americano y su amor por los “lomitos”

Danny Hernández, el sueño americano y su amor por los “lomitos”

Danny The Groomer, como mejor se le conoce, se ha hecho famoso por sus trabajos de estética canina en la ciudad de Chicago.

El llamado “sueño americano” sí es posible de alcanzar, y un ejemplo de ello es Daniel Hernández, o Danny The Groomer como mejor se le conoce, mexicano que se ha hecho famoso por sus trabajos de estética canina en la ciudad de Chicago, estado de Illinois. 

Sus videos, donde muestra cómo le corta el pelo a un tierno cachorrito, o a un perrhijo, con nulas intenciones de bañarse, le han permitido ganar miles de seguidores en redes sociales. 

Este emprendedor se ha hecho famoso por los cambios de look que hace a los canes, para muestra, su perro, un poodle gigante, que se pasea por las calles con la piel atigrada y el fleco esponjoso. 

En el marco del Día Internacional del Joven Emprendedor, Danny The Groomer explicó que perseguir un sueño puede tener sus desafíos, pero vale la pena  y para él, emprender fue encontrar la libertad. 

“Vine a tener lo que en México no pude tener. En México no tienes libertad, es una verdad muy triste, yo amo México, pero recuerdo cuando compré mi primer iPhone y me lo robaron. En Juárez a un amigo lo mataron por su moto”, 

Daniel cuenta que tuvo que irse a Estados Unidos, debido a la fuerte violencia en Ciudad Juárez, Chihuahua, que provocó pérdidas irreparables en su familia. 

 “En 2013 me vine para acá, yo ya no quería estar allá, primero estuve en El Paso, Texas, luego me fui para Las Cruces, anduve de acá para allá, mi mamá murió a los seis meses que me vine, al perder a mi mamá ya estaba solo y dije: a darle”. 

El emprendedor estuvo por tres años en Las Cruces, trabajando en estéticas caninas, ahí conoció a su esposa, quien tuvo la idea de mudarse a Chicago, lugar donde se dio cuenta de su talento y la oportunidad que tenía enfrente. 

 “El nivel de estética que traía era más alto que el que había ahí, entonces abrí mis redes sociales con mi trabajo y comencé a ganar seguidores. Empecé a subir videos, aumentó la demanda de mi trabajo y de mi persona, renté un local chiquito, puse una mesa y una tina y tenía en ese entonces 10 mil seguidores, luego se me llenaba de perritos, poco a poquito, empecé a arreglar el lugar, ahora ya tengo 280 mil seguidores y 40-50 millones de vistas.” 

Para este peluquero emprender requiere de una mentalidad aventurera, lo que significa dejar de lado el conformismo. 

“El sueño americano no es morirte trabajando, es libertad. El sueño americano es venir, trabajar, abrir tu negocio o ser un buen empleado en algo que tú amas, no trabajar para sobrevivir”. 

Actualmente, su éxito se divide en dos: la estética canina y la monetización de los videos que sube a sus redes sociales.