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El Mirador
Redacción

¿Qué hago si sé que una mujer es víctima de violencia machista?

Parte 1

 

 

En México, 7 de cada 10 mujeres han experimentado violencia en algún momento de su vida. Esta violencia, a la que denominamos violencia machista, tiene que ver con condiciones estructurales que minimizan a las mujeres, las discriminan y buscan mantenerlas en un rol de subordinación frente a una supuesta jerarquía masculina.

 

La violencia machista puede expresarse de diferentes formas que no siempre son visibles para las y los demás. Gritos, extorsiones a través de redes sociales, restricciones económicas y destrucción del patrimonio de la víctima también son expresiones de violencia que van más allá de los golpes o las agresiones sexuales.

 

En cualquier caso, debes saber que tienes la posibilidad de ayudar a las víctimas. Pero, ¿cómo hacerlo? A continuación te presentamos algunos consejos retomados de la Guía de actuación frente a la violencia machista. Esta guía fue creada por el Ministerio de Igualdad del Gobierno de España pero este texto tendrá una adecuación a la sociedad mexicana respetando la información original.

 

A continuación te presentamos diversos escenarios en los que puedes ser testiga de un acto de violencia machista. Si vas a auxiliar a la víctima, recuerda que es sumamente importante respetar sus decisiones y acercarte a ella desde la empatía. Solo ella decide cuándo y cómo denunciar, pero puedes acompañarla en ese proceso.

 

¿Qué hacer si la vida de una mujer está en riesgo?

En casos extremos donde el agresor ponga en peligro la vida de la víctima, lo primero que debes hacer es llamar a las autoridades correspondientes. Pueden ser las fiscalías locales o federales, la policía, el 911 o la línea SOS mujeres *765. 

 

Cuando los hechos ocurran en la vía pública o en establecimientos como restaurantes, farmacias u otro tipo de locales, también puedes solicitar la ayuda de otras personas. Entre todas y todos, intenten resguardar a la víctima en un lugar seguro. Pregúntale qué necesita o cómo puedes ayudarla tomando en cuenta sus ritmos y decisiones.

 

También puedes valorar si es necesario llamar a los servicios médicos para atenderla. De igual forma, da aviso a la persona responsable del lugar (en caso de que la haya) y explícale lo que está sucediendo.

 

Por otro lado, si la agresión sucede en tu entorno comunitario como tu calle o el edificio donde vives, alerta a los vecinos o a los familiares de la víctima en caso de que la conozcas y te sea posible localizarlos. Pide a estas personas que te ayuden a gestionar la situación e intentar poner a la víctima en resguardo y llamar a las autoridades correspondientes.

 

Si logras poner en resguardo a la víctima, evita hacerle preguntas innecesarias que la incomoden o que supongan juicios de valor sobre cómo llegó a esa situación. Estas preguntas no aportan nada para auxiliarla y pueden ponerla en un estado emocional alterado. 

 

Finalmente, si te es posible, graba los hechos con tu teléfono celular. Así podrás recabar pruebas útiles para ponerlas a disposición de las autoridades. Ojo: no subas estos videos o audios a internet. Además de entorpecer las investigaciones, puede ser revictimizante para la mujer a la que estás auxiliando.

 

Procura no ponerte a ti en situación de riesgo, espera la llegada de las autoridades y colabora con ellas cuando sea el momento adecuado.