Parte 2

 

Cómo dar atención a una víctima de violencia sexual

Estos otros casos también son bastante delicados. Si eres testiga de una agresión sexual, pide ayuda a las personas que haya a tu alrededor y da aviso a las autoridades. Resguarda a la víctima en un lugar seguro donde se sienta tranquila y evalúa su estado físico para determinar si es necesario llamar a los servicios médicos.

 

Si la mujer quiere contarte lo sucedido, considera que al pasar por una situación traumática puede que su relato no sea lineal, así que ten paciencia y ofrécele escucha activa con calma y desde la empatía. De igual forma, evita hacer preguntas revictimizantes, incómodas o innecesarias. Tampoco le preguntes cosas que le hagan pensar que no le crees y guarda confidencialidad sobre su identidad y lo que le sucedió.

 

Por último, en caso de violencia sexual, recuérdale a la víctima la importancia de realizarse pruebas para descartar alguna infección de transmisión sexual e infórmale que no debe asearse para la recopilación de pruebas por parte de las autoridades. Esto en caso de que ella así lo decida.

 

¿Qué hago si sospecho que una mujer es víctima de violencia machista?

¿Crees que alguna mujer cercana a ti está sufriendo violencia? En este caso, acércate a ella siempre procurando ser empática y sin juzgarla o hacerla sentir avergonzada. Hazlo cuando el agresor no esté presente para que ninguna de las dos corra peligro.

 

En estos acercamientos, ofrécele recursos que puedan orientarla para profundizar en lo que le está sucediendo y, también, para pedir auxilio en caso de que sea necesario. Pueden ser directorios de organizaciones que brinden acompañamiento, notas informativas sobre los tipos de violencia machista y otro tipo de información similar.

 

Si la víctima no quiere dar ningún paso o rechaza esta información, ten calma y respeta sus decisiones. Recuerda que identificar la violencia y salir de ella puede ser muy complicado, pues las agresiones minan poco a poco nuestra seguridad, autoestima y autonomía. 

 

En estos casos, puedes ser tú quien entre en contacto con una organización o institución que te oriente sobre cómo dar auxilio y soporte a esa mujer. Sea como sea, es importante hacerle saber a la víctima que estarás ahí cuando lo necesite.

 

La violencia machista no es un asunto privado: deriva de sociedades patriarcales que violentan a las mujeres. Por ello es importante abordarlas desde la colectividad. ¡No miremos hacia otro lado! Si podemos ayudar, hagámoslo y generemos conciencia sobre este problema tan arraigado en nuestras sociedades. De igual forma, hagamos partícipes a las autoridades y obliguémoslas a asumir sus responsabilidades al respecto.