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Héctor Serrano Cortés
Héctor Serrano Cortés

En Coahuila, nada escrito

En sus marcas, listos y fuera… la carrera por la sucesión a las gubernaturas del Estado de México y Coahuila arrancó con los contratiempos naturales en todo proceso electoral. Aunque los tiempos marcan el arranque de las precampañas, los partidos políticos contendientes prácticamente se han brincado ese paso y ya tienen definidos a quiénes habrán de abanderar a sus institutos políticos en esas dos entidades de la República.

 

Los partidos políticos habrán de aprovechar el proceso interno para hacer una extensión del periodo constitucional de las campañas, mismo que está definido por cada entidad que vivirá la contienda.

 

En el Estado de México arrancó la morenistaDelfina Gómez, arropada también por los partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM); asimismo lo hizo Alejandra del Moral, con el acompañamiento de su partido, el Revolucionario Institucional (PRI), del Partido Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Nueva Alianza. 

 

En Coahuila arrancaron precampaña el senador morenista Armando Guadiana; el ex subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía Berdeja, por  el Partido del Trabajo; el priista Manolo Jiménez, quien además recibió el apoyo del PAN y el PRD; y Evaristo Lenin Pérez, por el partido del tucán.

 

Como ya lo hemos comentado en esta columna, la competencia real se visualiza en Coahuila; no así en el Estado de México, en donde, aun con la alianza “Va por el Estado de México”, conformada por el PAN, PRI y PRD,  todo parece indicar que ésta no alcanzará la votación suficiente para lograr el triunfo en esa entidad, toda vez que de salida ya se coloca la representante de la 4T, Delfina Gómez, con notoria ventaja.

 

No es el caso de Coahuila, en donde la división de la izquierda permite observar que, desde la salida, las condiciones electorales favorecen al priista Manolo Jiménez, quien logró el acompañamiento del PAN y el PRD,  es decir, en aquella entidad se consolida la alianza que identifica a la derecha, al ala conservadora. Ahí, la división de la izquierda y la confrontación reciente colocan tanto al candidato morenista como al representante del PT, Ricardo Mejía, como adversarios, aunque ambos forman parte de la 4T.

 

Movimiento Ciudadano ha tomado la estrategia clara y definida de ir solo a cualquier contienda electoral, esa decisión no se aparta de la determinación de hacer crecer a ese partido a través de personajes relevantes o con presencia en aquellas entidades, aunque no tengan posibilidades de triunfar. En MC lo importante es que crezcan las siglas de ese partido.

 

También habría que recordar que en los procesos electorales no hay nada escrito y el análisis político-electoral de arranque se sustenta en estadísticas y presencia partidista de las figuras públicas que participan; sin embargo, cualquier cosa puede suceder. 

 

Bastaría recordar el amplio margen con que arrancó en San Luis Potosí la candidata de Morena, Mónica Rangel, y perdió más de 22 puntos durante el proceso electoral; o el propio caso de Zacatecas, en donde David Monreal  arrancó con 52 puntos porcentuales, de acuerdo con las casas encuestadoras, y cerró con 46%. 

 

Está claro que las pifias, cálculos inexactos y decisiones mal tomadas son factores que modifican el curso de cualquier expectativa electoral.