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El Mirador
Redacción

Agua contaminada

Mucho se habla de que SLP se está quedando sin agua, y con estos calores, pues más. Y es que también se sufre por conseguir agua potable, bebible, apta para consumir; y es que también se está escaseando.

 

En días pasados, no tenía agua para beber en casa, por lo que agarré mis garrafones, y decidí ir a las tiendas cercanas para comprar los garrafones de “marca”, y tener agua, pero ¡Oh sorpresa! No había, por lo que se me hizo fácil, ir a una purificadora y que me llenaran mis garrafones. Hoy traigo una infección estomacal terrible.

 

Y es que, uno de los principales problemas en esta temporada es la falta de agua potable segura, sin embargo, la realidad es que hay millones de mexicanos que carecen de agua para su consumo y para sus diferentes actividades.

 

De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), existen comunidades urbanas, rurales e indígenas que deben acarrear agua desde distancias muy largas y empinadas. De hecho, hay personas que viven sólo con seis o siete litros de agua al día, lo cual les provoca problemas de salud. El INSP ha documentado que el abastecimiento del agua en algunas regiones del país presenta contaminación fecal, a causa de la cloración deficiente de los pozos de abastecimiento.

 

En las comunidades que riegan sus campos de cultivo con agua residual o agua tratada tienen una probabilidad mayor de padecer enfermedades gastrointestinales que aquellas en las que se riega con agua de pozo. El Inegi, en su más reciente informe sobre el abastecimiento del agua, informó que Zacatecas, Tlaxcala, Quintana Roo y Colima no tienen plantas potabilizadoras, mientras que Nayarit, Campeche y Aguascalientes tienen una, a diferencia de Sinaloa, CDMX, Tabasco, Tamaulipas y Nuevo León que tienen más de 28. Datos de la Conagua señalan que si bien hay una cobertura nacional de agua potable de 94.4%, hay 5.6% de hogares que consumen agua contaminada.

 

La investigación Agua y Salud Pública, encabezada por Sandra Rodríguez, Urinda Alamo, Marlene Cortez y siete investigadores más, precisan que en México entre 12.5 y 15 millones de personas sufren de falta de agua. En contraste, sólo 14% de la población recibe agua todos los días. Aseguran que México todavía enfrenta enfermedades de la pobreza y del rezago, y uno de los principales factores es la falta de agua potable para consumo humano. De ahí que las enfermedades entéricas (bacterianas y parasitarias que son transmitidas por ingestión de agua o alimentos contaminados) son la quinta causa de mortalidad y discapacidad en niños menores de cinco años. Mientras que para todas las edades es la vigésima causa para discapacidad y la decimosexta causa de mortalidad.

 

Disponer de agua suficiente, saludable, aceptable, accesible y asequible para el uso personal y doméstico es un derecho. La realidad en México es otra. Hay poblaciones que no tienen agua y las que la tienen, la consumen contaminada.

 

Fue el 80 aniversario del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social y estuvo como invitada de honor Claudia Sheinbaum, jefa del Gobierno de la CDMX, quien fue arropada por el segundo sindicato más grande del país, que tiene 350 mil trabajadores. A su lado Zoé Robledo, director general del IMSS. Ambos sonreían, se placearon ante un auditorio que los coreaba y los aplaudía. Y cómo no sonreír, pues tienen en sus manos a un poderoso sindicato que logró replegar al gobierno del expresidente Vicente Fox cuando les quisieron modificar su contrato colectivo. El sindicato del IMSS tiene nuevos amigos.

 

Una buena y una mala. La buena: se transforma la Escuela de Enfermería y Obstetricia de la UNAM por Facultad de Enfermería y Obstetricia. El Consejo Universitario aprobó el cambio, a fin de que sus licenciaturas y programas de posgrados integren los conocimientos y habilidades para atender aspectos complejos del contexto de salud nacional e internacional y promover la investigación científica.

 

La mala: el gobierno federal no compró vacunas covid-19 para este año. La Cofepris tiene una larga fila de informes que han entregado, desde el año pasado, laboratorios farmacéuticos que tuvieron permisos de emergencia para introducir la vacuna a México, esperando obtener su registro sanitario y así venderla en el mercado nacional. Tal y como ya sucede en otros países de Latinoamérica. Hasta el momento no hay indicios de que quieran agilizar este tema, al fin ya se va acabar la pandemia y ya no habrá necesidad de vacunar a nadie… pero sólo hay que recordar que las coberturas de vacunación no alcanzaron el cien por ciento en la población.

 

Así que, mi estimado lector, cuide su salud, la de su familia, y ahorremos agua.