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El Mirador
Redacción

La “década perdida” global está cada vez más cerca

Las previsiones de organismos como el FMI así lo advierten; el mundo seguirá atrapado en el bajo crecimiento mientras no haya soluciones

ANTONIO SANDOVAL 


Poco a poco las previsiones de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) se van concretando y la posibilidad de una “década perdida” que han anticipado desde inicios de este periodo diversos expertos, amenaza con volverse realidad.


La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, auguró hace unos meses que los principales motores del crecimiento mundial (Estados Unidos, Europa y China) iban a experimentar un debilitamiento en su actividad. 


Georgieva advirtió que las tres grandes economías, es decir Estados Unidos, la Unión Europea y China, se estaban desacelerando simultáneamente.
La previsión del FMI ya reflejaba las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania, así como las presiones inflacionarias y la subida abrupta en las tasas de interés decretada por la mayoría de los bancos centrales de los países industrializados.


Así, el FMI advertía que los riesgos de recesión estaban aumentando. Estimaba que los países que representan alrededor de un tercio de la economía mundial experimentarán al menos dos trimestres consecutivos de contracción este o el próximo año.


Por ejemplo, desde el otoño pasado China ha eliminado su estricta política contra la Covid-19 e inició la reapertura de su economía. 


Sin embargo, los consumidores siguen siendo cautelosos a medida que aumentan los casos de coronavirus. En sus primeros comentarios públicos desde el cambio en su política, el presidente Xi Jinping pidió en su discurso de Año Nuevo un mayor esfuerzo y unidad a medida que China entra en una “nueva fase”.


Jinping señaló a sus gobernados que por primera vez en 40 años es probable que el crecimiento de China en 2022 sea igual o inferior al crecimiento mundial, algo que como se señala, es inédito en muchas décadas.


Sin embargo, la economía estadounidense ha dado muestras hasta ahora de ser más resistente. Incluso con la posibilidad de esquivar la contracción, aunque dicha posibilidad se acorta cada vez más.


El FMI señalaba que el mercado laboral se mantiene bastante fuerte. Por sí solo, sin embargo, es un riesgo porque puede llevar a la Fed a ser más agresiva en su política para llevar la inflación de vuelta a su nivel objetivo desde los máximos en más de cuatro décadas. 


Para la principal funcionaria del FMI, la fortaleza laboral en resulta ser una bendición a medias porque si sigue estando muy sólido, la Reserva Federal podría tener que mantener las tasas de interés más restrictas durante más tiempo para reducir la inflación.


Pero si en esos países y regiones las cosas no marchan como debe ser, en Latinoamérica están o estarán todavía peor.


En Latinoamérica la clase media de la región enfrenta inestabilidad por la erosión que está sufriendo el salario de los trabajadores tras la escalada de precios.


En esta parte del mundo muchas empresas pequeñas sufrieron el impacto de los confinamientos por la pandemia de Covid-19, al que se agregó la erosión de los salarios por la posterior escalada de precios.


Dicho contexto ha significado la disminución de los niveles de vida para una proporción importante de la región, lo que alimenta un mayor grado de ansiedad con respecto al futuro.


Los expertos del organismo financiero multilateral anticipan que las economías de América Latina y el Caribe experimentarán este año un crecimiento de 1.8% en el Producto Interno Bruto (PIB), una tasa que está ligeramente arriba el estimado que tenían en otoño, de 1.7 por ciento, pero nada para festejar, como suele hacerlo la ola populista que recorre la región, al contrario debería ser para preocuparse.


La inflación por ejemplo en América del Sur, será de 12.7% promedio este año, un nivel excesivamente alto.


EL FMI insiste en que para restaurar la estabilidad macroeconómica se requieren políticas cuidadosamente formuladas que ayuden a aliviar el descontento, pero lo ven poco probable.


Por si fuera poco, la clase media de la región también se enfrenta a una situación económica más inestable. Muchas empresas pequeñas sufrieron durante los confinamientos y los salarios de los trabajadores de ingreso medio se vieron erosionados por la posterior escalada de precios.


Los expertos del FMI proponen a las autoridades centrarse en lograr estabilidad económica, estimular el crecimiento, la creación de empleo, fomentar la iniciativa empresarial y atender las necesidades sociales.


La tarea para evitar una “década perdida” será ardua en los próximos años, pero conforme avanza el tiempo es un escenario cada vez más probable.