Se analiza en comisiones de la Cámara de Diputados la iniciativa para crear el Instituto Nacional del Cáncer de Mama, con el objetivo de que las mujeres reciban el servicio de salud adecuado que permita enfrentar directamente este padecimiento cuya detección en nuestro país ha disminuido en 50 por ciento pese a ser la segunda causa de muerte en mujeres de más de 30 años. 

 

La propuesta realizada por la diputada Cecilia Anunciación Patrón Laviada de la banca del Partido Acción Nacional (PAN) tiene por objetivo reformar los artículos 5 y 6 de la Ley de los Institutos Nacionales de Salud, también plantea establecer que a estos Institutos corresponde promover acciones encaminadas a la protección de la salud de las mujeres, específicamente hacia aquellas que enfrentan diagnósticos oncológicos.

 

La diputada detalló que la atención debe ser integral para todas las mujeres, con servicios que vayan desde el diagnóstico oportuno, capacitación del personal de salud y abordaje del cáncer de mama.

 

Por lo que destacó la necesidad de entrenar a técnicos radiólogos en la interpretación mamográfica, aplicar estrategias para reducir el tiempo desde el inicio de los síntomas hasta el tratamiento y disminuir el tiempo entre la entrega de los resultados de la mastografía y la biopsia diagnóstica, a fin de incrementar la supervivencia.

 

Patrón Laviada expuso que los Institutos Nacionales de Salud son un conjunto de instituciones cuyo ámbito de acción comprende todo el territorio nacional y tienen como objetivo principal la investigación científica en el campo de la salud, la formación y capacitación de recursos humanos calificados y la prestación de servicios de atención médica de alta especialidad.

 

Por lo que aseguró que “mediante el establecimiento de servicios centralizados en un centro u hospital dedicados al cáncer, el tratamiento de esa enfermedad puede optimizarse y, al mismo tiempo, mejorar el de otros tipos de cáncer». 

 

La iniciativa, turnada a la Comisión de Salud para dictamen y a la de Igualdad de Género para opinión, también subraya la necesidad de que la legislación y las instituciones de salud incorporen una perspectiva de género que haga posible su acceso efectivo a los servicios de salud, sin ningún tipo de discriminación, violencia de género, y en un marco de integralidad sin condiciones.

 

Cáncer de mama en México, segunda causa de muerte en mujeres

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) el tratamiento del cáncer de mama puede ser muy eficaz, con probabilidades de supervivencia del 90 por ciento o más altas, cuando se detecta temprano. 

 

Sin embargo, en México el cáncer de mama es la segunda causa de muerte en mujeres de 30 a 54 años, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi). 

 

Además, el mismo instituto reveló que siete mil 821 mujeres murieron a causa del cáncer de mama durante el 2020. La cantidad total de personas afectadas por esta enfermedad fue de 29 mil 929 en el mismo periodo.

 

Sumado a lo anterior las mastografías de diagnóstico se recortaron en un 50 por ciento, aún cuando este método es el más efectivo para detectar este tipo de cáncer en etapa temprana y evitar así tratamientos agresivos como las quimioterapias, de acuerdo con la Secretaría de Salud.

 

Cáncer de mama ha sido desatendido en el sistema de salud pública

El Instituto Nacional de Cancerología (Incan) destaca que, en su mayoría, detrás de las defunciones por cáncer de mama hay un desconocimiento sobre cuáles son los síntomas iniciales.

 

Además, muchas mujeres tampoco conocen la importancia de la autoexploración, no se realizan exámenes médicos paulatinamente y tampoco se toman mastografías de tamizaje después de los 40 años.

 

Pese al panorama anterior, el sector público únicamente cuenta con cerca de mil mastógrafos a nivel nacional de acuerdo con un Inventario Nacional de Equipo Médico de Alta Tecnología realizado por la Dirección de Ingeniería Biomédica de CENETEC-Salud. Además, en 2022 el cancer de mama sufrió un recorte para el personal de atención del 52 por ciento, de acuerdo con el Comité Nacional Feminista por la Salud Sexual y Reproductiva.