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El Mirador
Redacción

Brechas salariales ¿Por qué lo hacen?

En México, el 50 por ciento de las mujeres que forman parte del mundo laboral ganan lo equivalente a un salario mínimo. Por el contrario, el porcentaje de hombres con las mismas ganancias es de cerca del 38 por ciento según la última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). Esto habla de una brecha salarial de género que es urgente cerrar. Para ello, la organización Intersecta y la Embajada Británica en México han elaborado una metodología con la que las empresas pueden calcular las brechas entre sus empleados y, así, proyectar posibles soluciones ante este problema.

 

Antes de pasar a esta herramienta, es necesario comprender de qué hablamos cuando hablamos sobre brechas salariales de género. Estas brechas se definen como la diferencia entre el promedio de salario de los hombres y de las mujeres dentro de un centro laboral, sector o país.

 

En el fondo, lo anterior se relaciona con el valor que se le atribuye al trabajo de las personas. Por lo tanto, el hecho de que las mujeres tengan menores ingresos que los hombres está relacionado con cuestiones como la discriminación de género y los estereotipos y roles establecidos en nuestro imaginario colectivo. De ahí que erradicar las brechas de género sea también dar un paso hacia la eliminación de la violencia y la discriminación en contra de las mujeres.

 

Conoce la metodología para medir brechas salariales

En 2017, Reino Unido comenzó a implementar una herramienta metodológica para evidenciar las brechas salariales en los centros de trabajo de más de 250 personas empleadas. Además de medir las brechas en su interior, las empresas también reportan estas cifras al gobierno y las hacen públicas para que cualquier persona pueda consultarlas. De igual forma, en sus reportes incluyen las posibles causas detrás de esas brechas y propuestas de soluciones para cerrarlas.

 

De acuerdo con Primrose Lovett, consejera política de la Embajada Británica en México, esto ha tenido un impacto positivo en los lugares de trabajo, donde hay cada vez más mujeres con puestos de liderazgo —y, por lo tanto, mejores oportunidades salariales—. Lo anterior llamó la atención de Intersecta, quien desde 2019 sostuvo pláticas con dicha Embajada para adaptar su metodología al contexto mexicano.

 

Fue así que, en 2021, Intersecta publicó la Guía para medir la brecha salarial de género en México. En dicha guía se propone una metodología basada en seis parámetros:

 

La brecha basada en el salario promedio

La brecha basada en la mediana del salario

La brecha basada en los bonos promedio

La brecha basada en la mediana de los bonos

La proporción de hombres que reciben bonos

La proporción de mujeres que reciben bonos

La proporción de hombres y mujeres en cada cuartil salarial e indicadores a nivel cuartil,

con ello, obtendrán la medición de la brecha salarial al interior de su empresa o centro de trabajo. Así se puede visibilizar el problema y comenzar a discutirlo para proponer soluciones adecuadas a las necesidades de cada situación particular.

 

Las complicaciones en el contexto mexicano

Intersecta ya ha comenzado a difundir esta metodología al interior de México. De acuerdo con Alejandra Padilla, consultora en temas laborales —quien está apoyando a la organización en este esfuerzo—, ya se ha capacitado a cerca de 40 empresas para que puedan implementar esta herramienta. De igual forma, ha habido acercamiento con instituciones como el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y la Cámara de Comercio Británico para hablar al respecto.

 

Aun así, Padilla reconoce que en México hay muchos obstáculos que impiden cerrar las brechas salariales por motivos de género. Uno de estos obstáculos es la falta de transparencia acerca de los sueldos de los trabajadores. Según detalló la consultora en una conferencia de prensa este 19 de abril, cuando se propone a las empresas adoptar esta metodología, lo primero que dicen es que no pueden proporcionar información sobre los salarios; esto pese a que, en realidad, únicamente se necesitan cifras promedio para hacer los cálculos.

 

Y es que, de acuerdo con Alejandra Padilla, hablar de dinero en México es un tabú. De ahí que solicitar esta información a las empresas genere una fuerte resistencia de su parte. Sin embargo, esta falta de transparencia no es el único factor a considerar. De parte del gobierno mexicano hay una falta de políticas públicas para solucionar el problema. Y, aunque actualmente se está revisando la Norma 025 de Igualdad Laboral y No Discriminación, el camino aún es largo.

 

Esto se debe a que, al hablar sobre brechas salariales de género, también es importante abordar otros temas como las labores de cuidado no remuneradas. Estas labores de limpieza, alimentación, cuidados, gestión de ingresos y muchas más permiten que las personas puedan realizar otras actividades. De acuerdo con datos del Inegi, en México, las mujeres realizamos 2.3 veces más trabajo de cuidados que los hombres, lo que nos mantiene en casa sin la posibilidad de acceder a empleos remunerados.

 

A esto se suma la discriminación en los procesos de selección, evaluación y definición de salarios; un ejemplo de ello es la negativa de las empresas para contratar a mujeres ante el temor de que presenten embarazos y con ello dejen de priorizar el trabajo.

 

Otro factor determinante es la desventaja en la que se encuentran las mujeres al hablar sobre la negociación de sueldos. De acuerdo con Intersecta, esta desventaja se debe a que es menos probable que las mujeres contraoferten al buscar empleo debido a la falta de autovaloración del trabajo propio (mejor conocido como el síndrome de la impostora) o al desconocimiento sobre cuál es el salario más adecuado de acuerdo con su experiencia y capacidades.

 

Pese a esto, Alejandra Padilla cuenta que en el país sí hay experiencias positivas en este ámbito. Al respecto, explicó que el gobierno de Nuevo León se va a adoptar la metodología propuesta por Intersecta en todas las secretarías de gobierno. Además, cuenta que hay empresas transnacionales donde se ha comenzado a medir la brecha salarial de género. Aún con esto, en México falta mucho por hacer para conseguir una igualdad sustantiva entre hombres y mujeres en el ámbito laboral. Sin embargo, herramientas como la desarrollada por Intersecta son un paso adelante en esta labor.