Siempre he creído que cualquier deporte, en especial el futbol en muchos aspectos es un fiel reflejo del entorno social en el que esta aquel país, y es fácil reconocerlo si nos damos cuenta de los detalles.

La España campeona del mundo en el 2010, no solo brilló por aquel gol de Iniesta en los últimos minutos, brilló porque marcaba una tendencia ganadora en aquel país, con Fernando Alonso en la cima de la F1, Rafael Nadal como número uno de la ATP, la selección española de basquetbol compitiendo en la élite mundial, y todo esto como parte del programa de nación que se implementó para salir del bache económico y social que estaba viviendo el país ibérico en aquellos años.

 Y así nos podemos ir con los cuadros ganadores a lo largo de la historia, como la ganadora de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos, luego de lanzar la última bomba atómica en Japón, y después de haber terminado el genocidio de Adolf Hitler (con ayuda de la URSS), iniciaron los grandes cambios en pro a la igualdad de razas, con la llegada de Jackie Robinson al béisbol.

En un país difícil, pero con grandes cambios, llegó el primer beisbolista a la MLB de raza negra, en medio de una ola de críticas raciales, Jackie fue abriéndose terreno en nombre de todos los afroamericanos y el respeto de los blancos, a tal grado de llegar ser el único jugador hasta la fecha con un día en especial en el beisbol, en donde todos portan el número 42 en honor a Jackie Robinson.

En ese entonces el país norteamericano estaba cambiando el chip en temas raciales hasta llegar al grado de escoger un presidente negro con Barak Obama, algo que pareció muy extremista para un país que históricamente ha sido uno de los más racistas en todo el mundo, por ello llegó Donald Trump a la presidencia.

En el 2017 fue el año en donde todo esto llegó a lo deportivo, específicamente al futbol americano, donde Colin Kaepernick se hincó por primera vez en el himno nacional de aquel país en protesta por los abusos raciales que han sufrido los afroamericanos desde la llegada del presidente Trump y su discurso racista.

A pesar de que nos venden que el vecino norteamericano es el país ejemplar, optó por la medida que dice: “Si no sale en la TV no existe”, por ello se le aplicó la ley del hielo a Kaepernick para sacarlo de la jugada y hacer como si esto jamás hubiera ocurrido, pero el odio simplemente genera más odio.

En el país del sueño americano, ocurrió una pesadilla, la historia ya nos la sabemos, lo ha leído seguramente en este medio, o en muchos otros lo que ocurrió en Minesota, pero el mensaje de odio, llegó al extremo con la muerte de George Floyd.

Pero esta mentalidad no solo es de uno ni de un puñado, es de muchos y para muestra de ello el mensaje del Quarterbacker de Nuevo Orleans, Drew Brees en donde ve más importante honrar la memoria de sus ancestros, que velar por el beneficio de toda una raza.

En 1947 se dio un salto importante con la llegada de Robinson a la MLB, en el 2020 la soberbia de creerse superior a los demás nos vuelve a retroceder, a tal punto de poner en pausa, con las “amenazas deportivas” que azotan a Brees por parte de rivales. Al ser un juego de contacto,  muchos ansiando las ganas de ir al terreno a arrancarle la cabeza a Bress. Porque el odio, genera más odio.

 

Licenciado en Ciencias de la Comunicación

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