titulo_columna
Alberto Flores
El emparrillado

Tri-campeón

Son pocos los equipos o atletas que han podido disfrutar las mieles de la gloria de manera consecutiva. El esfuerzo para llegar a convertirse en los mejores de su disciplina requiere sacrificios que pocos de nosotros estaríamos dispuestos a hacer, y una mentalidad que empieza desde la infancia y se transmite a cada rincón de los vestidores. Es difícil hacerlo dos veces seguidas cuando el nivel de tu liga está en los más altos estándares de exigencia y de calidad deportiva.  

Hacerlo una tercera es un parámetro mucho menor y obvio más complicado.

La fatiga mental por el hambre de la gloria es abrumadora, y la preparación para poder llegar a disputar una tercera victoria en un torneo de alto rendimiento es algo que no puedo ni imaginar o ponerlo en palabras. Miren, ni siquiera sé si es viable ganar el mismo concurso de oratoria tres veces seguidas… los tiempos, las técnicas, los participantes, la organización, todo va cambiando y las circunstancias siempre son menos favorables porque el campeón defensor se encuentra en el ojo del huracán.

Particularmente, hay dos instancias donde el tri-campeonato es una posibilidad en el mundo del deporte, pero como esta columna está enfocada al fútbol americano voy a tener qué dejar al América de la Liga BBVA fuera de la conversación por el momento, y enfocarme en el verdadero tópico de esta conversación: Los Jefes de Kansas City.

Los Jefes son el equipo dominante de las conversaciones. Están en todos lados. Desde la nueva generación que está viendo el crecimiento de un nuevo ídolo como Tom Brady en Patrick Mahomes, hasta las seguidoras casuales por el romance entre el ala cerrada y la artista pop del momento (casi me desmayo cuando salió cargándola en su último concierto en Londres), y sin dejar de lado los nuevos talentos que el draft y la agencia libre trajeron consigo para poder poner a los jefes una vez más como los favoritos para llevarse el trofeo Lombardi a casa por tercera ocasión consecutiva. 

Yo dije desde el Draft que los Bills de Búfalo prácticamente les habían regalado a los Jefes el tri-campeonato cuando les permitieron elegir al receptor más rápido y completo de la clase de novatos, y durante esta temporada baja el nuevo receptor Xavier Worthy no ha hecho más que cumplir con las demandas de su mariscal super estrella.

Desde los Packers de 1960 dirigidos por Lombardi, no ha habido un tri-campeón, y desde la concepción del Super Tazón nadie ha logrado la difícil hazaña. Y si me lo preguntan, yo creo que los Jefes de 2024 tienen grandes posibilidades de hacerlo. Ojalá el Super Tazón de este año sea Green Bay contra Kansas para retractarme de mis palabras, pero mientras no sea así, mi favorito es el favorito de Taylor Swift también. Soporten.