El Departamento de Estado de Estados Unidos, a través de su portavoz Matthew Miller, confirmó que el país está en conversaciones activas con Brasil, México y Colombia para definir una estrategia común respecto a la situación en Venezuela después de las recientes elecciones del 28 de julio. Estas elecciones han sido ampliamente criticadas y consideradas carentes de legitimidad debido a acusaciones de manipulación electoral.
Miller señaló que la posición de Estados Unidos ha sido clara respecto a los resultados electorales que otorgarían un nuevo mandato al presidente Nicolás Maduro. Desde Washington, se ha declarado que dichos resultados carecen de "cualquier credibilidad", lo que pone en tela de juicio la continuación de Maduro en el poder y abre la posibilidad de imponer nuevas sanciones a Venezuela, país miembro de la OPEP.
Las conversaciones entre Estados Unidos y los países latinoamericanos buscan fortalecer la coordinación y respuesta internacional ante los desafíos políticos y económicos que enfrenta Venezuela. Esta colaboración subraya la importancia de un enfoque multilateral para asegurar una resolución pacífica y democrática a la crisis venezolana.
El portavoz del Departamento de Estado enfatizó la importancia de estas discusiones con países clave de América Latina para asegurar una política coherente y efectiva hacia Venezuela. Estas negociaciones son cruciales para definir los próximos pasos internacionales, incluyendo posibles sanciones adicionales o medidas diplomáticas destinadas a promover la estabilidad y el retorno de la democracia en la nación sudamericana.
Con información de: La Jornada