En un notable esfuerzo conjunto, Brasil, México y Colombia están interviniendo en la crisis electoral de Venezuela, exigiendo una presentación detallada de los resultados de las recientes elecciones presidenciales. Tras las elecciones del 28 de julio de 2024, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, bajo control chavista, ha sido el foco de críticas por proclamar la victoria de Nicolás Maduro sin evidencias convincentes, manteniendo un silencio sobre las actas electorales 11 días después del evento.
Ante crecientes acusaciones de manipulación electoral por parte de la oposición, que ha publicado actas que sugieren una clara victoria del candidato opositor Edmundo González Urrutia con el 67% de los votos, los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva, Andrés Manuel López Obrador y Gustavo Petro han presionado por la divulgación de los resultados desglosados por mesa electoral.
En un comunicado conjunto, estos países han enfatizado la importancia de la transparencia y la verificación imparcial de los resultados electorales, manteniendo una postura diplomática sin reconocer a Maduro como ganador. El comunicado resalta la iniciativa de los tres países por mantener una comunicación continua y una postura prudente, esperando que el CNE cumpla con su mandato legal de transparencia.
La líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, ha hecho un llamado a México para asumir un papel más activo en la resolución del conflicto, sugiriendo que la iniciativa de mediación de los tres países podría establecer las bases para negociaciones claras y efectivas.
Este esfuerzo diplomático, que ha contado con el apoyo explícito de Estados Unidos, busca una resolución pacífica y legal a la crisis, reflejando un compromiso regional para apoyar la integridad del proceso democrático en Venezuela.