Luis IX, nacido el 25 de abril de 1214 en Poissy, Francia, se convirtió en rey a la temprana edad de 12 años tras la muerte de su padre, Luis VIII. Su madre, Blanca de Castilla, asumió la regencia hasta que él alcanzó la mayoría de edad. Durante su reinado, Luis IX se destacó por su dedicación a la justicia y la paz, combinando su gobierno con una vida de oración y caridad.
Luis IX es conocido por haber liderado dos cruzadas, la primera en 1248 y la última en 1270, la cual terminó trágicamente en Túnez debido a la peste o disentería, acabando con su vida el 25 de agosto de ese mismo año. Su legado como monarca católico y su proceso de canonización, completado en 1297, lo han convertido en un símbolo de devoción y liderazgo en la cristiandad.
El nombre de San Luis Potosí, fundado el 3 de noviembre de 1592, rinde homenaje a este monarca. La ciudad, que originalmente recibió su nombre en referencia a las minas de Potosí en Bolivia, no se basa en vocablos indígenas sino en el reconocimiento de los conquistadores españoles a San Luis IX.
Hoy, su imagen es prominente en el escudo de armas de San Luis Potosí, destacando su figura apostada sobre el Cerro de San Pedro. Además, la Catedral Metropolitana, sede de la arquidiócesis local, lleva su nombre en honor al santo.
Cada 25 de agosto, la ciudad recuerda la efeméride patronal en honor a San Luis Rey de Francia, destacando su importancia en la historia y cultura potosina. Esta memoria no solo recuerda su vida y legado, sino que también fortalece la identidad y orgullo de la comunidad local.
