Los líderes de Polonia destacaron la necesidad de una defensa robusta ante la guerra en la vecina Ucrania y pidieron un desagravio durante las ceremonias solemnes que marcaron el 85º aniversario de la invasión nazi a Polonia, que dio inicio a la Segunda Guerra Mundial. El presidente Andrzej Duda, acompañado por el embajador adjunto de Alemania, Robert Rohde, participó en un acto en Wielun, la primera ciudad civil bombardeada por las fuerzas alemanas el 1 de septiembre de 1939. El ataque, que comenzó a las 4:40 de la madrugada, cobró la vida de aproximadamente 1.200 personas.
En su discurso, Duda subrayó que, aunque Polonia ha perdonado, el dolor persiste y todavía quedan decenas de miles de personas afectadas directamente por los crímenes cometidos por los alemanes. El mandatario aprovechó la ocasión para instar a Berlín a reparar el daño causado, haciendo hincapié en la necesidad de justicia y recordando el sufrimiento histórico del pueblo polaco.
Además de recordar el pasado, Duda vinculó la conmemoración con los desafíos actuales, señalando que la situación en Ucrania es un recordatorio constante de la importancia de una defensa sólida y la necesidad de proteger la soberanía nacional. El presidente enfatizó que Polonia, habiendo aprendido de su historia, debe estar siempre preparada para defenderse y apoyar a sus vecinos en tiempos de crisis.
Por su parte, el embajador adjunto de Alemania, Robert Rohde, expresó su respeto hacia el dolor y el recuerdo de los polacos, y reafirmó el compromiso de su país con la reconciliación y la paz en Europa. Rohde también reconoció la importancia de enfrentar el pasado con honestidad y trabajar juntos para garantizar que nunca se repitan las tragedias del pasado.