El próximo 27 de septiembre, los aranceles del 100% sobre la importación de vehículos eléctricos provenientes de China entrarán en vigor en Estados Unidos. Esta medida, anunciada por el Gobierno de Joe Biden a través de la Oficina de la Representante Comercial de EE.UU. (USTR), busca impulsar y proteger la industria nacional en sectores estratégicos.
Además de los vehículos eléctricos, otros productos clave como paneles solares, que enfrentarán un arancel del 50%, y materiales como el aluminio, baterías eléctricas y acero, con un arancel del 25%, también se verán afectados. Esta decisión fue comunicada en mayo, cuando se abrió un periodo para recibir comentarios antes de su implementación.
La iniciativa responde a la creciente competencia entre las industrias de ambos países, y pretende reducir la dependencia de productos chinos en sectores críticos para la transición energética y la infraestructura tecnológica de Estados Unidos.