Los ataques, que han causado al menos 182 muertos, han obligado a miles de residentes a huir hacia zonas como Monte Líbano, Bekaa occidental y Beirut.
El Comité Nacional de Coordinación de Respuesta a Desastres y Crisis se reunió para abordar la crisis y coordinar la apertura de escuelas y centros para alojar a los desplazados. Se están llevando a cabo censos para proporcionar una respuesta adecuada a la emergencia, mientras que regiones como Akkar han recibido un gran número de personas desplazadas provenientes del sur y Nabatieh.
El plan también contempla la escasez de alimentos y la distribución de suministros a las zonas receptoras. La ONU garantizó la disponibilidad de alimentos para cubrir las necesidades de los ciudadanos, y el Gobierno libanés está en contacto con sindicatos para asegurar la distribución en tiendas de las zonas de acogida.
Los enfrentamientos entre Israel y Hezbollah se han intensificado, especialmente después de ataques recientes que causaron la muerte de altos mandos del grupo chií cerca de Beirut, llevando la situación a un punto crítico.
Con información de Infobae.