Por Cindy Palencia

Explosiones de metano en Siberia revelan preocupante impacto del cambio climático

El derretimiento del permafrost en Yamal, Rusia, contribuye a la liberación de gas metano, aumentando los riesgos para el medio ambiente

En la península de Yamal, Siberia, un fenómeno geológico inquietante ha captado la atención de la comunidad científica y ambientalista desde 2014, cuando apareció el primer cráter explosivo en la región. Este cráter, y otros que han surgido posteriormente en Yamal y la cercana península de Taymyr, representan una liberación descontrolada de gas metano, un potente gas de efecto invernadero, que amenaza con acelerar el cambio climático.

Investigadores de la Universidad de Cambridge, liderados por Ana Morgado y Silvana Cardozo, han arrojado nueva luz sobre el proceso que desencadena estas explosiones de metano. Según su estudio, publicado en *Geophysical Research Letters*, el fenómeno está vinculado a la particular geología de la región y al calentamiento global, que desencadena una liberación de metano atrapado en el permafrost. Morgado, ingeniera química, señaló que la interacción entre el aumento de temperaturas y las características del suelo facilita el escape del gas. “El fenómeno ocurre bajo condiciones geológicas muy específicas que no se dan en otros lugares”, explicó Morgado.

La investigación revela que el metano, atrapado en el permafrost en forma de hidratos, se libera de manera explosiva debido a un proceso de acumulación de presión. El agua impulsada por ósmosis se filtra hacia cryopegs, capas de agua salina en el subsuelo, y al derretirse el permafrost, los niveles de presión aumentan, causando liberaciones de metano a la atmósfera.

Esta liberación de metano es una preocupación ambiental significativa. Al tratarse de un gas que contribuye al efecto invernadero, su emisión crea un ciclo de retroalimentación: el cambio climático derrite el permafrost, lo que permite que se acumule más agua en los cryopegs, aumentando la presión y provocando más explosiones de metano. Este proceso no solo deteriora el ambiente de Siberia, sino que tiene implicaciones globales en la aceleración del calentamiento climático.

El equipo de Cambridge sugiere que estos cráteres explosivos pueden convertirse en un problema ambiental creciente si las temperaturas globales continúan en ascenso, advirtiendo sobre la necesidad urgente de acciones globales para mitigar el cambio climático y frenar este proceso natural potencialmente catastrófico.