Adidas ha finalizado oficialmente su colaboración con el rapero Kanye West, conocido ahora como Ye, al vender el último par de tenis Yeezy, una de las líneas más exitosas de la marca. Esta decisión marca el cierre de una alianza que comenzó en 2013 y que estuvo marcada por controversias, especialmente después de que Ye hiciera declaraciones racistas y antisemitas en 2022, lo que llevó a Adidas a romper el acuerdo.
La venta de estos últimos modelos de Yeezy no solo representa el fin de una relación profesional, sino también el cierre de un capítulo económico para Adidas, que había generado millones de dólares a partir de las ventas de esta línea. Tras la ruptura, la marca se vio obligada a reevaluar su estrategia, enfrentándose a desafíos financieros debido a la paralización de las ventas de los productos Yeezy.
A pesar de las tensiones que surgieron con Ye debido a sus comentarios, Adidas se centró en redirigir la marca hacia una dirección más inclusiva y responsable. La decisión de vender los tenis restantes también simboliza la necesidad de la compañía por desvincularse de la polémica figura pública.
Con este movimiento, Adidas busca restablecer su imagen, alejándose de los escándalos y posicionándose como una marca consciente de las problemáticas sociales y políticas actuales.