La llegada de la primavera este 21 de marzo no solo trae consigo el renacer de la naturaleza, sino también una curiosa tendencia que ha cobrado fuerza en los últimos años: regalar flores amarillas. Este gesto, cargado de simbolismo y romanticismo, ha generado un notable incremento en la demanda de flores como girasoles y rosas amarillas, lo que a su vez ha provocado un alza en los precios por parte de las florerías.
En algunos establecimientos de la ciudad, un ramo sencillo con un solo girasol se ofrece en 80 pesos, mientras que uno compuesto por tres flores puede alcanzar hasta los 250 pesos. Otras especies, como las rosas amarillas, también han registrado aumentos significativos, vendiéndose a 50 pesos por pieza, lo que eleva el costo de una docena a 600 pesos. Este incremento en los precios no ha detenido a los compradores, especialmente a los adolescentes de secundaria y preparatoria, quienes han adoptado esta moda como una forma de expresar cariño y amor hacia sus parejas o personas especiales.
El significado detrás de las flores amarillas se ha popularizado gracias a la influencia de la telenovela argentina Floricienta, donde la protagonista anhelaba recibir flores en esta época del año. En este contexto, las flores amarillas han pasado a representar sentimientos de afecto, alegría y amor, convirtiéndose en un símbolo perfecto para celebrar el inicio de la primavera.
Aunque el aumento en los precios ha generado cierta sorpresa entre los consumidores, muchos están dispuestos a pagar el costo con tal de mantener viva esta tradición. Para las florerías, esta fecha representa una oportunidad de negocio importante, mientras que para los jóvenes, es una forma de conectar con sus seres queridos a través de un gesto sencillo pero significativo.
Así, la combinación de la magia de la primavera, el romanticismo de las flores amarillas y la influencia de la cultura pop ha creado una tradición que, más allá de los precios, florece en el corazón de quienes la practican.