La selección mexicana se coronó campeona de la Liga de Naciones CONCACAF por primera vez en su historia, tras imponerse 2-1 sobre Panamá en un partido lleno de emociones, polémicas y un lamentable episodio de discriminación por parte de la afición.
Raúl Jiménez se convirtió en héroe al anotar los dos goles del Tri, superando a Cuauhtémoc Blanco como el tercer máximo goleador histórico de México, con 39 tantos. Sin embargo, la alegría por el título se vio opacada cuando los aficionados mexicanos lanzaron el grito discriminatorio "¡eeeh...!" contra los jugadores panameños, lo que obligó al árbitro Mario Escobar a detener el encuentro al minuto 82, activando el protocolo antidiscriminación de la FIFA.
El partido fue un reflejo de la montaña rusa que ha vivido el Tri en los últimos años: desde cambios de técnicos hasta críticas por su bajo rendimiento. Pero esta vez, el equipo mostró carácter. Jiménez abrió el marcador con un cabezazo (9’), aunque Panamá empató antes del descanso con un penal de Adalberto Carrasquilla (45+2’). En el tiempo añadido, el delantero del Fulham selló la victoria desde los 11 pasos (90+2’), desatando la euforia en el SoFi Stadium, donde miles de mexicanos corearon el "Cielito lindo".
"Estoy de regreso", declaró Jiménez tras el partido. "Fue difícil, pero esto es resultado del esfuerzo de años. Ahora tenemos otra mentalidad: queremos hacer un papel digno en el Mundial".
Mientras México celebra, Estados Unidos vive una crisis: cayó 2-1 ante Canadá y terminó en cuarto lugar, cerrando una semana desastrosa bajo el mando de Mauricio Pochettino.
El Tri, al fin, respira. Pero el camino al Mundial 2026 apenas comienza.