La temporada de calor no solo impacta a las personas, también pone en riesgo a las abejas, insectos clave para la reproducción del 75% de los cultivos alimentarios y la biodiversidad. Sin embargo, con un sencillo bebedero casero, cualquiera puede ayudarlas a enfrentar las altas temperaturas.
Estos pequeños polinizadores no solo garantizan la producción de alimentos, sino que también mantienen los ecosistemas al favorecer la diversidad de plantas y animales. No obstante, enfrentan graves amenazas: pérdida de hábitat, pesticidas, enfermedades y, ahora, el calor extremo, que seca sus fuentes de agua y altera la floración de las plantas.
Durante el verano, las abejas necesitan más agua para regular la temperatura de sus colmenas y producir jalea real. Un bebedero improvisado puede ser su salvación:
Materiales:
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Recipiente poco profundo (vidrio o metal).
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Canicas o piedras de río.
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Agua limpia.
Pasos:
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Coloca las piedras en el recipiente, dejando que sobresalgan para que las abejas no se ahoguen.
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Vierte agua hasta cubrirlas parcialmente.
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Ubícalo en una zona fresca y tranquila, cerca de plantas.
Recomendación: Cambia el agua cada 3 o 4 días para evitar bacterias.
Esta pequeña acción no solo protege a las abejas, sino que contribuye al equilibrio ambiental.