La presidenta se pronunció este viernes sobre la decisión de la Cámara de Diputados de rechazar iniciar un juicio de desafuero en contra del exmandatario de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, y aunque evitó cuestionar el fallo, subrayó la importancia de revisar las pruebas en casos de presuntas agresiones contra mujeres.
"Es una decisión del Congreso. Sí, es importante, más allá de revisar cuáles eran las pruebas", declaró. "Siempre vamos a apoyar a las mujeres, pero tiene que haber las pruebas suficientes".
La jefa del Ejecutivo desautorizó al entonces fiscal estatal, Uriel Carmona —a quien no nombró—, señalando que promovió el proceso "de último momento" y que estuvo vinculado a casos de corrupción y protección de feminicidas. "Eso no quiere decir que no se tenga que hacer justicia si el caso tiene sustento", aclaró.
Consultada sobre si existió un acuerdo con el PRI para frenar el desafuero de Blanco, Sheinbaum lo desmintió con ironía: "¡¿Cómo creen que va a haber una alianza con el PRI?! O sea, imagínense lo que diría el pueblo".
Respecto a la petición de desafuero contra el líder priista Alejandro Moreno "Alito", la presidenta reiteró que son "decisiones del Congreso" y defendió la autonomía de los poderes: "A veces creen que la Presidenta está metida en todo, y la verdad es que nosotros sí creemos en la separación de poderes".
El tema ha generado críticas de colectivos feministas, quienes acusan que la resolución legislativa ignora las demandas de justicia. Sheinbaum insistió en que cualquier caso debe analizarse con rigor, pero respaldó la determinación de los diputados.