Mathieu van der Poel se consagró nuevamente en la clásica París-Roubaix, al conquistar por tercer año consecutivo esta exigente competencia de 259.2 kilómetros, conocida como “El Infierno del Norte”. La edición de 2025 estuvo marcada por la caída del esloveno Tadej Pogacar, quien era uno de los favoritos para hacerse con el título y buscaba convertirse en el primer campeón del Tour de Francia en ganar esta carrera desde Bernard Hinault en 1981.

El incidente decisivo ocurrió a 38 kilómetros de la meta, cuando Pogacar, en su primera participación en esta clásica de un día, calculó mal una curva sobre adoquines y se estrelló contra las barreras. Aunque salió ileso, el percance le hizo perder tiempo valioso al tener que cambiar de bicicleta. Más tarde, un pinchazo a 20 kilómetros del final acabó con sus aspiraciones de victoria.

A pesar de haber tenido un pinchazo propio a solo 16 kilómetros del final, Van der Poel logró cambiar de bicicleta rápidamente y mantuvo su ventaja para llegar en solitario al velódromo de Roubaix. Cruzó la línea de meta con un tiempo de 5 horas, 31 minutos y 27 segundos, levantando tres dedos en señal de su triplete histórico.

Pogacar terminó en la segunda posición, a un minuto y 18 segundos del ganador, recibiendo una calurosa ovación del público. El tercer puesto fue para el danés Mads Pedersen, quien se impuso en un sprint final, cruzando la meta 2 minutos y 11 segundos después del campeón.

Con esta victoria, Van der Poel y Pogacar igualan con ocho títulos en carreras monumentales, consolidándose como figuras dominantes del ciclismo de ruta en la actualidad.