Con gestos sencillos pero profundamente significativos, la Fundación Rino-Q para Niños Quemados A.C. continúa marcando la diferencia en la vida de cientos de familias que enfrentan momentos difíciles en el Hospital Central “Dr. Ignacio Morones Prieto”.

Desde primeras horas del día, voluntarios y miembros del equipo recorren las instalaciones del hospital entregando tortas, agua embotellada, café, pan dulce y hasta juegos para las y los niños. Este apoyo va dirigido principalmente a los familiares de pacientes que pasan horas o incluso días completos en espera de atención médica.

Para muchos de ellos, esta ayuda es más que bienvenida. Algunos reconocen que no cuentan con los medios económicos suficientes para alimentarse durante su estancia, lo cual suma una preocupación más al momento emocional que viven.

Detrás de esta iniciativa solidaria están Gerardo Manuel García y Beatriz Eugenia Domínguez, un matrimonio potosino que en 2011 fundó Rino-Q con el objetivo de apoyar a niñas y niños con quemaduras, y que desde entonces ha extendido su labor humanitaria a otras áreas hospitalarias.

Más allá de los alimentos, lo que entrega esta fundación es también consuelo, compañía y humanidad. “Sabemos que un gesto de empatía puede aliviar un poco la carga que enfrentan quienes tienen a un ser querido hospitalizado”, señalan desde la organización.

A lo largo de los años, la Fundación Rino-Q ha beneficiado a miles de familias en San Luis Potosí, y su labor sigue creciendo gracias a donaciones, voluntariado y el compromiso de una comunidad que cree en el poder de ayudar al otro.