A más de treinta años de su muerte, Pablo Escobar vuelve a ser tema de debate en Colombia tras revelarse fragmentos de su testamento, fechado en 1990. El documento, del que se conocieron dos páginas, fue confirmado como auténtico por expertos legales y expone cómo el capo del cartel de Medellín deseaba distribuir su fortuna, valorada en su momento entre las más grandes del mundo.
La revelación fue hecha por Alba Marina Escobar, hermana del narcotraficante, quien afirmó que Escobar redactó su testamento luego de un episodio de salud. En el documento, Escobar designa como principales beneficiarios a su esposa Victoria Henao, su hijo Juan Pablo Escobar y sus padres. Su hija Manuela no fue incluida debido a que aún no había nacido al momento de su redacción.
El testamento fue registrado el 3 de octubre de 1990 en Medellín, ante el circuito cuarto notarial. En el acta consta la presencia de Escobar, identificado legalmente y en pleno uso de sus facultades mentales. El documento expresa de forma clara que este era su deseo final y deliberado.
Abogados como Rogelio Roldán y David Sinitave confirmaron la validez del testamento, señalando que cumple con los requisitos del Código Civil colombiano. La revelación alimenta el misterio sobre el verdadero destino de la fortuna de Escobar, mientras su hermana cuestiona la aparente precariedad económica que alega su viuda.