China y Rusia planean construir un reactor nuclear en la superficie de la Luna como parte del desarrollo de la Estación Internacional de Investigación Lunar (ILRS, por sus siglas en inglés), de acuerdo con una presentación reciente de Pei Zhaoyu, ingeniero jefe de la misión Chang’e-8. Este ambicioso proyecto, que también contempla el uso de paneles solares a gran escala, busca garantizar el suministro energético de una base permanente en el satélite natural de la Tierra.

La misión Chang’e-8, programada para 2028, forma parte del esfuerzo de China por consolidarse como una potencia espacial. Su objetivo es establecer las bases técnicas y logísticas para una futura estación lunar tripulada, que se espera comience a operar hacia el año 2030. El reactor nuclear es una de las propuestas más destacadas de esta iniciativa, que se desarrollará en paralelo a los avances del programa Artemis de la NASA, el cual pretende alunizar astronautas en diciembre de 2025.

Wu Weiren, diseñador jefe del Proyecto Chino de Exploración Lunar, ha señalado que para 2035 se espera haber construido un “modelo básico” de la ILRS en el polo sur lunar, zona estratégica por su posible acceso a recursos como el hielo de agua. Las sondas de la serie Chang’e serán clave en esta fase inicial del proyecto.

A mediano plazo, China impulsará también el llamado “Proyecto 555”, con el que buscará la colaboración de 50 países, 500 instituciones científicas y 5 mil investigadores internacionales para fortalecer la cooperación global en torno a la ILRS. Con estos planes, China no solo apunta a la exploración lunar, sino a la consolidación de un liderazgo científico y tecnológico con proyección internacional.