En las últimas semanas, diversos analistas han destacado la creciente contradicción entre la acumulación de riqueza y la justicia fiscal. Desde los cuestionamientos sobre el sistema impositivo hasta las declaraciones de expertos como José Antonio Ocampo, exministro de Finanzas de Colombia, la problemática de la distribución equitativa de la riqueza sigue siendo central en el debate económico.
Ocampo, en su intervención, resaltó la evasión fiscal de los multimillonarios, quienes contribuyen mínimamente en impuestos frente a los trabajadores que pagan una tasa mucho mayor. Este escenario, señala Ocampo, es respaldado por una falsa creencia de que la riqueza debe ser acumulada y no distribuida, lo cual, en su opinión, es una falacia que perpetúa la injusticia económica.
El análisis también pone de manifiesto una alarmante realidad en México: la recaudación de impuestos es notoriamente inferior al promedio de América Latina, comparado con países como Brasil, Colombia y Chile. La situación resalta aún más cuando se observa que, mientras el gobierno lucha por incrementar su recaudación, los bancos logran recuperar con creces lo que pagan en impuestos, alcanzando cifras desproporcionadas como 143 mil millones de pesos, ocho veces el monto entregado al SAT.
Las cifras presentadas por la reportera Dora Villanueva en su investigación también reflejan una fuerte desigualdad: los bancos, con ingresos históricos que superan los 300 mil millones de pesos en un solo mes, siguen operando en un entorno fiscal privilegiado, mientras las grandes corporaciones y los ciudadanos de a pie cargan con el peso de la inequidad tributaria.